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AUTOSCOPIA

MENTALIDAD DISCRIMINATORIA

MENTALIDAD DISCRIMINATORIA Las raíces de discriminación a los indígenas y campesinos en el Perú son profundas y complejas y se inician con la etapa de la conquista.

El choque cultural de lo que significó el encuentro de dos mundos conllevó a un entramado de nuevas culturas en constante conflicto, tanto ideológico como idiosincrásico, sin embargo desde los inicios de la conquista, se trató de entender éste a través de diversas obras. El libro de Guamán Poma de Ayala, el del Inca Garcilazo de la Vega y de los distintos cronistas de la época nos documentan valiosísimamente sobre la historia de los hombres del tawantinsuyo. Gran parte de la mentalidad española y mestiza se excluía del intento de comprender la cultura indígena para una buena convivencia, pues hacían primar, los intereses personales heredados de los primeros conquistadores; ellos habían venido al Perú con la promesa del enriquecimiento, así es que debían cultivar una forma de ser, pensar, actuar…

En el presente recuento observaremos esta injustificación y esta forma de pensar que de alguna manera pervive en la actualidad. Usualmente a los aventureros españoles se les designaba desde España tierras incluyendo los indios que en ellas vivían; de tal manera que cuando llegaban al Perú, ejercían sobre ellos todo el peso de su poder, Lo mismo sucedió en Huaraz, las tierras fueron entregadas a don Jerónimo de Aliga con un total de 709 indios.

Lo dicho es sólo un ejemplo. Mientras que la cultura precolombina había llegado, a través de su proceso histórico a una armonía con el medio geográfico, los conquistadores estaban aquí y venían sólo con ansias de fortuna.

El libro del Padre Humberto Gridilla “Crónica Del Convento de Misioneros Franciscanos de San Antonio de Papua de Huaraz”. Ofrece un valiosísimo aporte informativo sobre la historia del convento de San Francisco y San Antonio de Papua y sobre la vida que se llevaba en los años 30, pero también es un vestigio importante que trasmite la mentalidad discriminatoria de la época; los rasgos a los que me refiero defienden la conquista española haciéndola pasar por víctima a los victimarios, e indirectamente justifica la servidumbre indígena además de promover fehacientemente el poblamiento de América por los europeos, criticando los obstáculos de la población para lograrlo. Y aunque intenta justificar las acusaciones que se hizo a España por el abuso contra los indígenas, se aferra a la idea de que los conquistadores dieron una mejor vida a los conquistados que en la época incaica, es este rasgo el característico que justificaba la servidumbre y el mismo que muchas personas mantuvieron y siguen manteniendo en nuestros días, para él, los españoles, fueron los salvadores, los civilizadores por lo que los indios les debían, servicio respeto y eterna gratitud. Conversaciones con personas cotidianas nos descubre que aun vivimos mentalidades de ese tipo, manifestándose una discriminación inalterable. Veamos:

“Crónica Del Convento de Misioneros Franciscanos de San Antonio de Papua de Huaraz. (Huaraz, 1931) del Padre Humberto Gridilla”

Pág. 89
Se pinta a los conquistadores como destructores de la raza aborigen cargo que cualquier nación le podría convenir menos a España; y para eso se ha exagerado intencionalmente, el número de habitantes del Perú en aquellos tiempos por lo que hace a Huaraz, ya hemos visto que a raíz de la conquista, el repartimiento de la población y sus aledaños le tocó a don jerónimo de Aliaga con 709 indios. No había más
En la guerra de la conquista en donde mas indios murieron fue en Cajamarca, en el Cuzco y parajes circunvecinos que fueron los indios “aventureros” del callejón de Huaylas, los que en tiempos de los incas, huyendo de la “esclavitud y de la servidumbre” invadieron la quebrada de Aija y mataron a todos los indios naturales de aquella región
La que quedó despoblada y arruinada materialmente con el descubrimiento y conquista de América fue España, la grandiosa Epopeya, le costó ríos de sangre. De veinte millones de habitantes que tenía quedó reducida a siete, a principios del siglo XVIII, sufriendo el consiguiente más que estancamiento, atraso en las ciencias, en las artes en la agricultura y en el comercio. Muy poco era lo que producía por falta de brazos; y la mayor parte de lo que se consumía en la península y en el continente colombino, tenía que comprarlo fuera de casa. Los tesoros de América, pasaron por España para ir a enriquecer a otras naciones de Europa sobre todo Inglaterra y a Francia. La fecunda madre de tantas naciones hoy florecientes, todavía se reciente de la profunda herida que al darles a luz sufrió su organismo.

Observamos en este texto que el despoblamiento de América encontró eco en el pensamiento del padre Gridilla quien intentaba hacer pasar como víctima a los victimarios, aunque suene irónico; nadie obligó a España venir a conquistar América más que su ambición de convertirse en una potencia política mediterránea y atlántica.

¿Cuándo se escribirá una historia imparcial?
Cierto historiador moderno emite mas o menos las siguientes apreciaciones a cerca de la imparcialidad “la imparcialidad histórica no ha existido ni existirá jamás, pues la suprema imparcialidad sería la suprema indiferencia equivalente a la suprema ininteligencia. El historiador al entrar en los campos de los fenómenos de la historia, no podría moverse en medio de la multitud, si el amor o el odio o por lo menos la simpatía o antipatía no le suministrasen un principio de selección para poner de manifiesto ciertos hechos, i como el historiador pertenece a tal razón a tal nación a tal religión es imposible que al tratar de ellas, se muestre absolutamente imparcial, pues los hechos le sugiere juicios y provocará repugnancias, moverá aplausos, iluminará determinados sucesos y personajes o los dejará sumidos a espesas sombras.
El escritor nacional más libre de prejuicios y por lo tanto más imparcial en asuntos históricos me parece Dn Luis Ulloa y Cisneros. Este ha profundizado como nadie en los arcanos del pasado; y es que ninguno de cuantos le han precedido se ha dedicado a desenterrar antiguos documentos de los archivos, que es donde se encuentra la verdadera historia. Desgraciadamente hasta ahora no se ha hecho mas que copiar y repetir lo que propalaron malévolos autores y esto aun por personas caracterizadas por su talento, por su juicio por su penetración los que han aceptado como inconcluso, cuanto de denigrante se ha escrito contra la nación odiada, o que no es de su simpatía, sin cuidarse de averiguar, si está o no conforme con la verdad histórica. Entre las naciones conquistadoras modernas, España es la única que, lejos de conquistar se fusionó con las razas vencidas.

Aquí la imparcialidad propone una justificación al arraigo español que ha manifestado en el texto anterior, eximiéndose de poder dar una mirada neutra a la situación histórica, neutra y por lo tanto justa, no, no manifiesta ninguna intención de hablar del indio, el tema se le escurre y no puede evitarlo, por lo que opta por evadirlo dando un argumento débil, de gran injusticia, tratándose de un investigador que realiza un trabajo espiritual, esto puede llamar a interrogante. El texto del que hace referencia, podría aplicarse a múltiples situaciones relacionadas con la investigación de hechos pasados, de actores pasados.

Pag. 91
Que cometió muchos errores nadie lo puede negar ¿pero que nación no los ha cometido?

El trabajo en el Perú en tiempos de los incas estaba como militarizado, los llamados “yanaconas” que constituían una parte de la población, sino eran esclavos, estaban al menos reducidos a la más mísera servidumbre. Trabajaban para los señores y de su trabajo no podían retener sino lo estrictamente necesario para vivir. El régimen era despótico y utilitario; y ese régimen tan ponderado por algunos lo adoptaron los españoles en minas. Obrajes, etc. y como jefes de ayllus y huarangas o comunidades, conservaron a los mismos descendientes de la antigua aristocracia incaica. El Duque de la Plata, atribuye a los curacas y gobernadores de los indios, la causa de la despoblación pues éstos tenían interés en apropiarse de las tierras. Los llamados “mitimaes”, eran habitantes de las provincias sometidas, deportados en masa a otras regiones del imperio. La medida si era inhumana en alto grado no dejaba de ser beneficiosa; pues esos desgraciados, arrancados de sus lugares, sin arraigo en la nueva tierra no podían pensar en alzamientos, sino en procurarse lo necesario para el sostén de sus familias.
“el decantado comunismo incaico que no era sino una esclavitud incaica, que no era sino una esclavitud bárbara, dice Ulloa y Cisneros en la obra citada se mantenía por la fuerza bruta de una casta tiránica. Vencida esta por los españoles la obra de opresión se desmoronó….

Y continúa con las explicaciones que sustentan de alguna manera el proteccionismo, y por lo tanto la inferioridad de los descendientes del incanato, los mismos que según esta mentalidad debían su agradecimiento de por vida a los conquistadores. El dar a entender que los indios eran inferiores, no respondía a una cuestión ideológica, puesto que este tema había sido discutido desde el siglo XVI con Bartolomé de las Casas, quien renunció a los indios de su repartimiento por razones de conciencia, y la revolución de Francia que había sido uno de los móviles para la independencia americana. Este tipo de mentalidad no tenía nada que ver con discusiones intelectuales ni ideológicas, sobre la condición del hombre, la vaga y débil justificación tenía una razón más fuerte: el poder, los indios representaban la mano de obra de los dueños de la tierra y estaban destinados a servir y ser agradecidos por el resto de sus vidas.

Si bien el documento, muestra una reflexión sobre el gobierno del poder español, la parcialidad sustentada, da a entender que se ninguneaban profundas reflexiones que hasta ese momento ya se conocían sobre la condición humana, o si se había leído y estudiado documentos y literatura tan valiosa como la de Guamán Poma de Ayala, o el mismo Inca Gracilazo de la Vega, no se tenía la menor sensibilidad frente a ellos, no era necesario tal literatura, sino tan solo ver y sentir la condición de opresión en que vivían los indios en esa época, campesinos en ésta, de haberla tenido se hubiera, al menos, no sólo mostrado una visión más crítica y menos parcializada como la del padre Gridilla, sino se hubiera actuado no importara que uno fuera español, chino, negro etc., la solidaridad de espíritu y aún mas ejerciendo una profesión espiritual, es espontánea en personas que no tienen intereses soterrados. Pero definitivamente se puede avizorar cierta conveniencia: la justificación del poder, que en ese entonces todavía ejercían los descendientes de españoles, los poderosos de la época.
Leamos además un texto suyo en el que promueve el poblamiento europeo en América, criticando los obstáculos de la población para este fin, trasmitiendo su ciega veneración a este continente:

Europa, con su exceso de población siempre en aumento, necesita nuevas playas donde vaciarla (la civilización europea). A la mano tienen el continente africano; pero no es allí a donde se dirige la corriente emigratoria, sino hacia América, y solo Dios sabe lo que será esto dentro de un par de siglos.
Por lo que hace al Perú, aunque ha triplicado su población desde la época de la Conquista, falta mucho para que su territorio se encuentre medianamente poblado. Sus riquezas, de todo género, son inmensas, incalculables; pero necesita brazos, necesita capitales para explotarlas; y estos, hoy por hoy, solamente los podrá proporcionar la inmigración. Mas para fomentarla, preciso es que desaparezcan hasta los visos de xenofobia; necesario es, que se den leyes protectoras, semejantes a las que rigen en la República argentina. Y he dicho visos de xenofobia, porque, aun cuando en el Perú se odia a los extranjeros, con frecuencia se oye decir, que estos no vienen sino a llevarse las riquezas del país, sin tener en cuenta lo que dejan, y que la mayor parte radican formando familias que son peruanas, y que lo que se llevan, si es que se llevan algo, lo han adquirido con su trabajo. ¡Está visto, que siempre se repetirá lo del perro del hortelano, “que ni come, ni deja comer!”

Los movimientos ecologistas que se han gestado de manera desesperada en Europa evidencian de que la cultura occidental pecó de destructiva frente en su medio; Cada hombre responde a su medio, cada medio geográfico es diferente, cada sociedad es diferente, cada religiosidad responde a esa interrelación del hombre con la naturaleza que le permite explicarse el mundo, por lo que debe ser respetársela.

Pero esta mentalidad no se quedó en los años treinta, sino que pervivió y pervive hasta nuestros días, esta manera de pensar no sólo es propia de algunas personas conservadoras de Huaraz o de ciertos representantes del clero, las actitudes de discriminación y desvalorización del hombre y la mujer campesina se manifiesta en la mayor parte de los peruanos, sin embargo son algunos huarasinos conservadores y afectados por la reforma agraria quienes tienen el peor concepto de ellos: diciendo que “los indios, son las personas mas traidoras, mas ociosas; en el momento menos pensado lo abandonan a uno dándole una cuchillada por la espalda, esos cholos igualados se quedaron con las tierras de nuestros padres que por derecho nos correspondía desde España” se escuchó esta conversación en una apacible sala de te.

Vale reflexionar al respecto. A costa de la sangre y el esfuerzo de los indios, se mantuvo la vida y comodidad de la gente de “sociedad”, probablemente mientras ellos dormían, una mujer campesina lavaba su ropa. Sin embargo en donde he observado una mentalidad más discriminadora es en la gente de la costa, que la manifiesta descaradamente, para ellos, el cholo, el indio, el campesino debe desaparecer, contamina todo, es sinónimo de suciedad y de malos olores, hice una pequeña investigación al respecto en estos días: Mario Hernández un Trujillano de 22 años, bastante culto, me comentó que “los indios son sucios y flacos, son sucios porque se bañan en los ríos en los que entierran a sus muertos a lo cual añade que es un asco, los indios dice, están en todas partes y se dedican a vender chocho”.

Pero sin ir lejos, todos somos testigos de la discriminación en todas partes, más aún cuando los mismos cholos se discriminan entre ellos, y es que cuando alguno ha logrado sobresalir empieza a cholear al resto. La discriminación es difundida y vendida como cualquier otro producto de marketing y lo vemos a diario: el realizador del programa La paisana Jacinta, es un ejemplo, y de gran ignorancia, en el sentido positivo puesto que ignora lo que es en sí la historia, ignora el respeto que ello debe tener, en su programa se ha focalizado la imagen de la mujer campesina como grotesco y denigrante, totalmente disímil de lo que es. Existe una infinidad de formas de mirar un personaje, mil maneras de construirlo, resaltando los detalles que uno quiere, la construcción de un personaje es una labor ardua, y permite magnificar las cualidad o defectos de un ser humano, si así lo requiere, para lo que usualmente se hace un análisis psicológico, cada ser es una inmensidad, y es que el realizador ha ignorado su ternura, su vitalidad, su alegría, su fuerza, su humildad, su infinita belleza, ha creado un bodrio de la peor manera con fines económicos, envenenando el alma de los peruanos e induciendo la mirada a través de sus ojos. Ese personaje refleja el alma del que lo creó.

Sobre la discriminación en Huaraz, podemos seguir hablando pero lo que no podemos negar es que existe y que incluso grupos de personas mantienen severamente su repugnancia y quisieran que se dejara de hablar el quechua, que se acabaran de una vez sus costumbres. Tanto odio, resulta inexplicable, inaudito después de un pasado esplendoroso y milenario y de tanto abuso por parte de los que detentaban el poder, la discriminación manifiesta la extrema negación de nosotros mismos, sólo cuando nos aceptemos, a través de nuestra gente, de nuestro pasado, de nuestro presente, nos pondremos nuestro propio rostro, nuestras propias manos, nuestro verdadero cuerpo y avanzaremos y no es descabellado exigir al gobierno una ley que sancione con cárcel las actitudes de discriminación; si bien existe esta ley, sin pena de cárcel, no es drástica y no se cumple. Exijamos pues su cumplimiento, denunciemos a quien tiene actitudes de discriminación. Rercordemos lo que sucedió en Mexico hace unas semanas con el caso de Rigoberta Menchú:

Justicia condenó a quienes discriminaron a Rigoberta Menchú

Terminó el primer juicio por racismo en Guatemala iniciado por la indígena Rigoberta Menchú, Premio Nóbel de la Paz en 1992. Los acusados tendrán que cumplir más de tres años en la cárcel y no podrán ejercer sus derechos políticos.

La Premio Nóbel aseguró que "hemos escrito una buena página de la historia de Guatemala, en el sentido en que es la primera vez que se condena la discriminación como delito, que es sujeto a ser perseguido penalmente y a castigarse con la cárcel".
A pesar que el delito de discriminación racial se introdujo en el Código Penal guatemalteco en septiembre de 2002, todavía no se había llevado ningún caso a juicio.
Rigoberto Menchú también valoró el dictamen como precedente "ya que ninguna persona tiene derecho a discriminar a otra por pertenecer a la etnia maya" y agregó que "durante años me pasaban por la mente tantas personas que han vivido la humillación y el desprecio sin motivo".
El 20 de Septiembre de 2004 Menchú, denunció haber sido agraviada en octubre de 2003, cuando se presentó a una audiencia pública para oponerse a la inscripción de la candidatura presidencial del ex dictador Efraín Ríos Montt, quien gobernó entre marzo de 1982 y agosto de 1983.
Los condenados son Juan Carlos Ríos, nieto de Ríos Montt, la diputada del Parlamento Centroamericano por el Frente Republicano Guatemalteco Cristina López, la ex legisladora a ese ente regional Emma Samayoa, Elvia Morales y Vilma Orellana.(PULSAR)

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