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EL LIBRO AZUL

EL LIBRO AZUL

EL LIBRO AZUL

  
 
NOTA INTRODUCTORIA
  

Hace casi un mes en el Museo de  la Nación de Lima, Perú, se llevó a cabo la presentación del LIBRO AZUL BRITÁNICO/ INFORMES DE ROGER CASEMENT Y OTRAS CARTAS SOBRE LAS ATROCIDADES EN EL PUTUMAYO. El acto fue organizado por el  CAAAP ( 1) y el IWGIA ( 2). La traducción correspondió a la antropóloga peruana LUISA ELVIRA BELAUNDE, ausente en el evento por motivos de viaje.

 

En la presente entrega se  consigna la presentación del libro a cargo de FREDERICA BARCLAY. Al final agrego algunas rápidas reflexiones personales sobre la visión de las Amazonía peruana en las novelas de MARIO VARGAS LLOSA y  una breve nota sobre JOSÉ MARÍA ARGUEDAS.

 

La novela “EL SUEÑO DEL CELTA”  está relacionada con el tema. También lo está pero  con mayor organicidad y perspectiva  el libro IMAGINARIO E IMÁGENES DE LA ÉPOCA DEL CAUCHO: LOS SUCESOS DEL PUTUMAYO. CAAAP/IWGIA/UPC, Lima, 2009. Allí  ALBERTO CHIRIF y MANUEL CORNEJO CHAPARRO  escriben y editan  textos  de JEAN-PIERRE CHAUMEIL, JUAN ÁLVARO ECHEVERRI y MARÍA EUGENIA YLLIA MIRANDA.

 

Existe además una película de FEDERICO GARCÍA: “El SOCIO DE DIOS” y una novela suya con el mismo nombre. Es  indudable que el caso del Putumayo y la Era del Caucho en su conjunto constituye un atroz capítulo de la  ancestral y reiterada HISTORIA DE LA IMPUNIDAD EN EL PERÚ, la misma que obviamente no  empieza con el registro que hizo JORGE BASADRE  en su libro “SULTANISMO, CORRUPCIÓN Y DEPENDENCIA EN EL PERÚ REPUBLICANO” (1981).

 

Es sintomático que todos aquellos que ejercieron  sevicias innombrables y crímenes contra la humanidad a lo largo de la historia lo hicieron siempre  en nombre de Dios.

 
El caso de ARANA  es de una impunidad escalofriante. Sobre su historia y la Era del Caucho existe suficiente material pero se necesitaría una creativa síntesis interpretativa que  se sumerja en las dinámicas profundas  de las  mentalidades y sus fallas ontogénicas que generan  instituciones subjetivas complejas  como El Mal, nacido-entre otras razones seguramente-  del  deseo tanático  de la ansiedad ególatra por acumular  riqueza sin límites y perpetrar genocidios contra la alteridad.
 
 
Me he permitido la colocación de algunas Notas de Pie de Página puesto  que  LISTASTEMATICAS llegan a países donde no necesariamente  conocen detalles de algunos de los protagonistas nombrados.
 
TEXTO DE LA PRESENTACIÓN :
 
AUTORA: FREDERICA BARCLAY ( 3)
 
Esta publicación es un viejo proyecto de Alberto Chirif ( 4), quien al menos desde fines de la década de 1980 estuvo empeñado en hacer traducir y publicar esta documentación además de otros materiales que han sido publicados en los últimos años, en Iquitos y Lima. Gracias a este empeño, en el que le ha acompañado en los últimos años Manuel Cornejo del CAAAP, hoy en día los estudiosos y el público disponen de un conjunto de fuentes que permiten conocer de primera mano y sin filtros lo que ocurrió en las cuencas del Putumayo( 5 )a inicios del siglo XX. La obra permite a su vez dar una mirada a una compleja coyuntura política nacional e internacional.
 
El LIBRO AZUL, que da título a esta publicación, es el informe que el gobierno de Gran Bretaña presentó en 1912 al Parlamento británico, y formalmente al gobierno peruano, sobre “el trato dado a súbditos británicos e indios nativos empleados en la recolección de gomas en la zona del Putumayo”, hace exactamente 100 años. 
 
Entre los documentos que componen esta publicación figura de manera prominente la correspondencia entre Roger Casement (6 ), Cónsul General de Gran Bretaña en Río de Janeiro, y Edward Grey, el entonces Ministro británico de Asuntos Exteriores, en relación al modus operandi de la Peruvian Amazon Co. Esta correspondencia incluye las cartas y telegramas con los informes, interrogatorios y otros anexos recogidos por Casement durante sus dos visitas a Loreto, en 1910 y 1912.
 
El cónsul Casement, había sido comisionado para estudiar la situación de los súbditos británicos, originarios de Barbados, contratados por la Peruvian Amazon Co., la empresa que el cauchero peruano Julio César Arana ( 7) registró en 1907 en Inglaterra sobre la base de las propiedades de la Casa Arana. Algunas denuncias habían aparecido ese mismo año en la prensa de Iquitos y rebotado en Londres, las que dos años más tarde se convirtieron en un escándalo de grandes proporciones cuando un semanario inglés publicó una serie bajo el título del “Paraíso del diablo”, indicando que el caso guardaba similitudes con los abusos perpetrados en el Congo belga que Gran Bretaña había documentado exhaustivamente.
 
Estas noticias derivaron en interpelaciones en el parlamento inglés al gobierno británico, que forzaron a éste a llevar a cabo una investigación y ejercer presión sobre el gobierno peruano para remediar la situación. Ello a pesar de que a la fecha ambos gobiernos estaban en los mejores términos tras la firma de un nuevo convenio con la Peruvian Corporation Ltd., la de los ferrocarriles, que solucionaba algunos temas pendientes del Contrato Grace de 1889.
 
Fue la participación  de súbditos británicos como empleados de la empresa “británica” denunciada lo que justificó el viaje de Casement, y son las espeluznantes entrevistas con 30 de estos Barbadenses lo que le permitió confirmar que las denuncias de la prensa no constituían una exageración. En base a sus investigaciones y el estudio de los registros de la empresa Casement estimó que en el Putumayo se exterminó  a 30,000 indígenas, principalmente Huitoto, Ocaina y Resígaro. Casement también desnudó los perversos mecanismos con que operaba la Peruvian Amazon Co.
 
Las investigaciones conducidas por los jueces peruanos Valcárcel y Paredes (8 ) a raíz de la presión externa, confirmaron los hechos en todos sus extremos y ofrecieron evidencias adicionales de crímenes contra la humanidad. Sin embargo, y a pesar de los señalamientos del Juez Paredes, Arana y los principales jefes peruanos lograron evitar la cárcel y éste tuvo tiempo de encargarse de la disolución de la empresa registrada en Londres y de tramitar la recuperación de sus activos, principalmente la posesión de sus propiedades en el Putumayo.
 
El LIBRO AZUL además contiene la correspondencia diplomática en torno a este tema entre el Ministro de Asuntos Exteriores británico y funcionarios británicos en Lima, Iquitos y Washington y con la Cancillería de los Estados Unidos en torno a los procedimientos adoptados para conseguir que el gobierno peruano, entonces presidido por Augusto B. Leguía, tomara cartas en el asunto.
 
En esa medida el LIBRO AZUL ofrece también una mirada a un interesante capítulo de la historia diplomática del Perú y de los países de la cuenca Amazónica así como de la economía política de la época.
 
Justo cuando el cauchero Arana logró el registro de su empresa en Inglaterra se constituía también un sindicato con inversionistas norteamericanos (Hnos. Selleck) sobre la base de unas propiedades otorgadas por el gobierno colombiano a una empresa colombiana, Cano, Coello & Cía. El Putumayo era una zona en disputa entre Colombia y Perú lo que explica que los empresarios caucheros adoptaran en la época la estrategia de asociarse a inversionistas extranjeros y de registrar sus empresas en el exterior en procura de garantías ante eventuales disputas territoriales. A la postre las denuncias de la violencia ejercida contra los indígenas fueron tan tremendas que quien asumió la cerrada defensa de Arana fue solo el gobierno peruano.
 
A pesar de que el gobierno de Leguía encumbró a Arana como el defensor de la soberanía nacional su accionar nada tenía que ver con lealtades nacionales, sino con un negocio de alta rentabilidad. Otro tanto ocurrió en Colombia que igualmente respaldó a sus caucheros, negando que antes de Arana ya hubiera existido en el Putumayo un régimen de fuerte violencia contra los indígenas.
 
Las propiedades otorgadas por el gobierno colombiano a Cano y Coello venían aparejadas de la cesión del derecho de navegación de los ríos Putumayo y Caquetá y de la obligación de abrir vías de acceso hacia la región conformada por ambos ríos. Pero endeudados y amedrentados por Arana, Cano & Coello terminaron cediendo su concesión al cauchero peruano.
 
Por su parte Arana no tuvo reparos en asociarse con otros inversionistas y políticos colombianos como el diplomático Enrique Cortés, que en 1907 era Ministro Plenipotenciario de Colombia en Washington, quien no solo era su agente comercial en Londres, a través de The Cortes Commercial & Banking Co. Ltd., sino que fue socio fundador de la Peruvian Amazon Co., habiendo estado representado en su junta directiva por el director Medina. Podemos especular que de esta manera Arana confiaba en que podría buscar eventualmente la protección de Colombia en caso que el territorio del Putumayo se determinara colombiano en algún momento.
 
Cuando la Peruvian Amazon Co. vio que Gran Bretaña, donde estaba registrada la compañía, le daba la espalda –viéndose el gobierno presionado tanto por el parlamento como por la Sociedad Antiesclavista y la opinión pública – Arana volvió nuevamente sus ojos al Perú y recordó a las autoridades que su presencia era la única garantía para la soberanía peruana en el Putumayo.
 
Basado en un criterio geopolítico, e influido por Arana que además tenía cooptadas a las más altas autoridades regionales al actuar de agente bancario para pagar sus sueldos y movilizar al personal, el gobierno peruano cerró filas con el cauchero y negó cuanto pudo los hechos denunciados. Las autoridades llegaron a asumir y emplear el argumento de Arana de que la violencia en el Putumayo era causada por la barbarie y el canibalismo de los indígenas y que la tarea que llevaba a cabo era llevar la civilización a zonas remotas empleando la mayor delicadeza. Por eso también el gobierno permitió y alentó al cónsul peruano en Manaos, Carlos Rey de Castro, a actuar directamente como su principal publicista. Incluso en 1911, en el momento de la mayor presión, el gobierno peruano nombró a Arana su representante ante la Exposición Mundial de Caucho que se celebró en Londres, ese año, encargo al que finalmente se vio obligado a renunciar.
 
Esta posición del gobierno de Leguía (9) coincidía con los esfuerzos llevados a cabo por el gobierno peruano por crear un clima que atrajera la inversión británica hacia el Perú y cuando negociaba en Londres un empréstito por 450,000 libras esterlinas. Paradójicamente por la misma época las potencias europeas debatían la creación de una Corte Penal Internacional se proponía administrar justicia sobre un código internacional de derecho penal humanitario, un intento que fracasó en 1909. ¿Hubiera podido ser éste un caso para esa corte?
 
Solo ante la apremiante presión del gobierno británico se ordenó una investigación judicial -llena de obstáculos como denunció el Juez Valcárcel-, y más tarde se aceptó la participación del gobierno británico en la investigación de la que formó parte Roger Casement. Las presiones británicas  no cesaron hasta la publicación del LIBRO AZUL en 1912, lo que se hizo de común acuerdo con el gobierno norteamericano, acto motivado explícitamente  por falta de compromiso del gobierno para asegurar que los culpables fueran castigados de acuerdo a lo dictaminado por el Juez Paredes.    
           
En Londres, el Encargado de Negocios en la Legación peruana, Eduardo Lembcke, recibió del gobierno de Leguía  reiteradamente y hasta el último momento instrucciones de desmentir las denuncias aparecidas en la prensa británica. Pero a lo largo del tiempo se hizo tan evidente que en el Putumayo se había cometido las mayores atrocidades, que un año antes de que el LIBRO AZUL fuera publicado, Lembcke vio necesario insinuar al gobierno de Leguía que debía actuar porque la publicación del informe de Casement produciría un “terrible efecto en el mundo civilizado por los detalles que contiene sobre los horrores cometidos en esas apartadas regiones...” (Lembke a Lima, 7.7.1911). Es que además en 1850 Perú había firmado con Gran Bretaña un tratado que establecía la obligación de no permitir la esclavitud, por lo que Lembcke anotaba que se corría también el riesgo de que el gobierno británico lo catalogara como un país donde persistía la esclavitud, con sus consecuencias para el comercio y la reputación del país (Lembcke a Lima, 19.7. 1912, # 125 Putumayo).
 
Diversos estudios han analizado la documentación de Casement para tratar de entender la aparente irracionalidad económica de la empresa de Arana que implementó un régimen de terror y asesinatos masivos de indígenas cuando en realidad la extracción de las gomas dependía de esa mano de obra. Casement dio la clave al relievar el hecho de que la empresa de Arana ofrecía primas a sus funcionarios en función del volumen extraído, una política implementada para situarse como el principal productor en el Amazonas peruano y lograr su registro en Londres y que alentó la sobreexplotación de la mano de obra y la necesidad de reprimir cualquier resistencia. Otros observadores de la época hicieron notar que los peones esclavos poco le costaban y podían ser repuestos “acorralando las tribus a bala”. Se trataba de una lógica extractivista no solo sobre los recursos naturales sino sobre la propia población originaria de la zona.
 
Si bien el caso del Putumayo y de la empresa de Arana resulta particular porque controló por sí misma una gran extensión y a una significativa población indígena, la violencia, el trabajo forzado y los abusos contra los indígenas amazónicos fueron la moneda corriente durante el auge gomero. Si tal extremo se morigeró no fue porque el Estado peruano intervino sino porque la crisis internacional de precios y la primera Guerra Mundial aniquilaron la producción amazónica.  
 
La publicación que hoy presentamos es un documento de primera mano sobre estos acontecimientos ocurridos en la primera década del siglo XX. Pero no es solo una fuente imprescindible para el conocimiento de la historia amazónica, sino que este año, en que se cumplen 100 años de su primera publicación, el LIBRO AZUL DEL PUTUMAYO se erige en Memoria de la inacción del estado, como lo ha señalado en Vice-Ministro (Se refiere al Vice-Ministro de Interculturalidad del Ministerio de Cultura del Perú presente en el acto), frente a las graves denuncias de violencia contra los pueblos originarios del Putumayo. La inacción fue incluso más allá porque el estado peruano negó los hechos por mucho tiempo alegando la necesidad de dar garantías al capital extranjero y atribuyendo las denuncias a motivaciones dañinas contra los intereses nacionales y señalando el derecho de la nación a prosperar a expensas de cualquier otro costo.
 
Termino señalando que se trata de una omisión con los pueblos del Putumayo que aún, tras 100 años no ha sido reparada, de palabra ni de obra.
 
 
NOTAS  PERSONALES MARGINALES:
Mario Vargas Llosa escribió su última novela “El sueño del  celta” inspirado en los diarios íntimos de Roger Casement y seguramente leyó también  El Libro Azul, pero fue el personaje quien lo fascinó tremendamente  porque evidentemente su vida y obra  fueron  excepcionales e increíbles , pero su  obra no llega a hacer justicia en su textualidad a las  sevicias y atrocidades   que derivadas del Colonialismo conformaron una de las Matrices  del Mal  como producto histórico y no ontológico , que fue un objetivo muchas veces expresado  por el Nobel Peruano pero  jamás logrado en ninguna de sus obras  ni siquiera a la manera  de sus ¿ex adorados? Sartre y Camus.
 
Contrariamente, en  casi solo  cien páginas de “El corazón de las tinieblas” el escritor  Polaco-Inglés Joseph Conrad (Józef Teodor Konrad Korzeniowski) nacido en Berdyczów, entonces Polonia, actual Ucrania, el 3 de Diciembre de 1857  y fallecido  en Bishopsbourne, el 3 de Agosto de  1924 Inglaterra, desentrañó  definitivamente con una maestría irrepetible  el Colonialismo Belga y su  maldad mezcla de  interés, vanidad, poder, avaricia, enfermedad mental y  otras distorsiones axiológicas no desconocidas a lo largo de la historia humana  que  se replicaron  en el Perú y  formatearon el Modelo Civilizatorio que actualmente  rige al mundo.
 
MVLL trató de acercase   a esa mirada del Mal que tanto lo  desvela ¿o desveló? en “La casa verde” y “Conversación en La Catedral ”, pero ambas, siendo obras  maestras, tratan realmente de arquitecturar al Perú y su imposibilidad de ser y del deterioro  estéril que lo frena ¿o frenaba?, porque últimamente sus declaraciones victoriosas sobre el país desdicen la célebre frase de Zavalita al salir del diario “ La Crónica ”  y mirar la Avenida Tacna y preguntarse ¿cuándo se jodió el Perú? al inicio de “Conversación en La Catedral ”. Asume otros muchos temas por supuesto, pero no llegó jamás a desentrañar El Mal que como un perseguidor cortaziano ha tratado de  abordar sin éxito.
 
Excepto  tal vez  en el personaje del “chino” Fushia,  de “La casa verde”, de   poderoso halo trágico. Sin embargo, el tratamiento que dio a la Amazonía peruana en sus novelas fue generalmente  superficial y absolutamente Externa, con muchas secuencias francamente  irrisorias.
 
Conocí en Río Santiago a toda una comunidad de  descendientes de japoneses apellidados  Tushia,  y los he visto en distintas zonas de la Amazonía y todas tienen el común denominador de ser  historias de vida emprendedoras que huyendo de los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial se metieron en la floresta  amazónica a rehacer sus vidas.
 
Fushia sin embargo es  un personaje inmejorablemente maldito, endemoniado e irrepetible,  aunque la visión que ofrece MVLL de los Huambisas (Wampis) es caricaturesca y de los Awajun ni se diga: es  nula. No los conoce. Si “ La Selvática ”  fue Awajun  se hubiera envenenado antes de correr su  peripecia piurana. Y si Jum de Urakusa también fue Awajun,  desdijo totalmente  la soberbia, orgullo y rebeldía de su etnia.
 
Discípulo confeso de William Faulkner, de quien  reinventó cuaderno y lápiz en mano sus tecnologías literarias y se auto sedujo por El Mal del Sur Profundo de  Yoknapatawpha en las entrañas y periferias del Mississippi, y a quien el “boom” latinoamericano le debe mucho, no lo condujo  a intuir El Mal, porque tal vez debió vivir más, visitar menos y toparse cara a cara no con sus recuerdos y bibliografías sino con los intersticios de las vidas con las cuales hay que convivir. No estoy haciendo crítica literaria sino expresando con todo derecho mis impresiones que tal vez profundice en otra oportunidad.
 
 
Pienso que MVLL es esclavo de su tecnología escritural y  tiene merecido su Nobel ya que se trata de  literatura , pero como ha sucedido con  muchos otros  escritores se repite y reitera como tratando de hallar la otra obra maestra que ya no llegará jamás.  “El sueño del celta” en verdad es una obra menor.
 
Lituma, otro personaje entrañable de “La casa verde”,  guardia civil, piurano y cholo, tampoco tuvo su  hora porque “Lituma en los andes” es otra simplificación reduccionista del senderismo y ciertos estereotipos  pseudo antropológicos de modo. El senderismo es un fenómeno maldito al que todavía nadie ha  calado a fondo. También es  caricaturesca y hasta esnob “El  hablador”. Ignora que en las cabeceras altas de los ríos Matsigenkas  sobreviven  no menos de diez clases de habladores con funciones sociales diferentes.
 
Mientras tanto, “Pantaleón y las visitadoras” es un  juguete semi cómico y pudo ser una indagación de la  doble moral y corrupción del Poder Militar en el Perú  sin dejar la ironía o asimilarla como método narrativo innovador.
Pero esa misma imposibilidad de  que el Perú sea  nación en toda su compleja diversidad( y mestizaje), entre otras  razones por las taras post-coloniales que sobreviven en  las instituciones subjetivas que nos  gobiernan como colectivo de colectivos, ya lo había diseñado  José María Arguedas con otras tecnologías literarias, tal vez más modestas, pero mucho más sinceras,  y sobretodo desde  adentro, desde el Interior de los Andes, desde el lirismo  íntimo y sufriente del quechua profundo agredido.
 
En las novelas de Arguedas no hubo cabida ni para la utopía ni el arcaismo porque era el otro Perú, aquel que no se veía desde Miraflores ni Lima pre- 40s, aproximadamente, y por el contrario, fue un profeta social porque Lima es ahora la ciudad pre-síntesis con mayor número de quechua hablantes y conviven en ella  migrantes de todo el país, y así como no existe familia peruana que no tenga a uno de sus integrantes en el exterior, se repite una movilidad social que data desde los primeros horizontes culturales peruanos.
 
Por ello resulta totalmente injusta y arbitraria su  “La  utopía arcaica….”, que todavía no ha merecido una respuesta antitética  párrafo a párrafo como solían hacerlo  los polemistas del  Siglo XIX y cito a Manuel Gonzáles Prada Francisco de Paula Gonzáles Vigil, por ejemplo.
 
Pero  es cierto que  la vida de MVLL es un ejercicio de rigor y tecnología y mediática y su noción de machacona modernidad no deja de ser “miraflorina” desarrollada y globalizada y  con una sospechosa impronta de impoluta aversión a todo lo que sea opuesto a su  visión de “modernidad”, “alta cultura” y “libertad”.
 
Se ha convertido en un fundamentalista  utópico. Lo siento como una  “liberal” trasmutación de   la “civilización y barbarie” sarmientista en  espacios globales donde la “modernidad” está discutiéndose su exacto significado, su “alta cultura” constituye una elitización de cierta producción artística ligada al gusto, muy alejada  de la cultura en su acepción antropológica que en el Perú es de evidente  diversidad que crea, siente y se comporta de acuerdo sus lógicas intrínsecas, y  de  la “libertad”, que en verdad es un proceso en construcción filogenética en curso, muchos de cuyos componentes  son históricos, económicos, sociales  pero también  cerebrales y su meandros aún desconocidos.
 
La vida de Arguedas en sí misma fue trágica en múltiples sentidos. Tuvimos un necesario agonista y  bipolar cultural que no soportó  que los diferentes perús no se entendieran. Y aquella obra maestra inconclusa: “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo”,  hizo de Chimbote una inmensa metáfora fundacional de un país hacia la difícil síntesis, que continua buscándose y armandose solo, por sí mismo, con sus luces y sombras y al margen del Estado y de las Ideologías.
 
No tuvo tiempo de  hallar al Zorro Azul (lo afro)  y enriquecer sus  Diarios y sus  vericuetos infernales de la harina de pescado y sus barrios chimbotanos enloquecidos y el dialogo ya no de dos zorros sino de tres ¿Eso fue una utopía arcaica? ¿Eso fue indigenismo? El parricidio filial que necesitaba MVLL   lo  exorcizó literariamente, pero  lo ejecutó con conciencia profesional e impunemente en José María Arguedas, quien sí supo lo que era El Mal en el Perú.
WILLY GUEVARA
 
 
PRÓXIMA ENTREGA DE LISTASTEMATICAS:
“La chilenización de Tacna o la extirpación imposible”
 
 
1 CAAAP- Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (Perú).
[2] IWGIA- Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas.
[3]FREDERICA BARCLAY-Antropóloga e historiadora peruana especialista en Amazonía.
[4] ALBERTO CHIRIF- Antropólogo peruano de larga trayectoria en defensa de los derechos y territorios de los pueblos amazónicos del Perú.
5 RÍO PUTUMAYO-El río Putumayo, del quechua Putu: vasija de fruto de árboles y Mayu: río: que nace donde crecen las plantas cuyos frutos son usados como vasijas. En Brasil  río Icá. Nace en el Nudo de los Patos en el municipio de San Francisco en los  Andes  colombianos y  desemboca en el río Amazonas. Tiene 1,800 Km .  y transcurre por  los países de Colombia,  Ecuador, Perú, Brasil.
 
6 ROGER DAVID CASEMENT, en irlandés Ruairí Mac Easmainn, nació en Sandycove, cerca de Dublín, Irlanda, el 1 de Setiembre de 1864 y murió en Londres el 3 de Agosto de 1916. Sir Roger Casement fue un diplomático  británico que militó activamente en la causa del nacionalismo irlandés. Es famoso por su actividad contra los abusos del sistema colonial en el Congo y en el Perú, así como por sus negociaciones con Alemania inmediatamente antes del  Levantamiento de Pascua en Irlanda. Descubierto y detenido por las autoridades británicas en 1916, fue acusado de traición y condenado a la pena capital
 
7 JULIO CÉSAR ARANA DEL ÁGUILA, fue un empresario y político peruano, cauchero, que nació en Rioja ( San Martín) en 1864 y murió en su retiro del distrito de Magdalena del Mar, en  Lima en 1952. Hijo de un sombrerero y sin educación universitaria .Arana se inició en el comercio y la explotación del caucho en Yurimaguas a partir de 1890. En 1899 se trasladó a Iquitos donde fundó su imperio de infamia.
 
8 Durante los sucesos del Putumayo los jueces CARLOS VALCÁRCEL y RÓMULO PAREDES cumplieron un papel fundamental en la condena de los caucheros. El primero publicó el libro EL PROCESO DEL PUTUMAYO, en 1915, en el que dio a conocer los pormenores que tuvo que atravesar para enjuiciar a personajes notables de las elites sociopolíticas. Por su parte, RÓMULO PAREDES redactó un informe junto a una biografía que permite conocer los detalles personales que llevaron al magistrado hasta el asunto Putumayo. Desde 1913 en adelante sus informes habían sido publicados varias veces tanto en inglés como en castellano, aunque en selecciones y traducciones parciales.  CORNEJO y CHIRIF publican en  su libro los informes de Paredes en su totalidad.
 
9 AUGUSTO BERNARDINO LEGUÍA SALCEDO nació en Lambayeque el 19 de  Febrero de 1863 y murió en Lima el 6 de Febrero de 1932. Ejerció   la Presidencia del Perú durante cuatro períodos: 1908 - 1912; 1919 - 1925 (con un gobierno transitorio previo); 1925 - 1929; y 1929 - 1930. A los tres últimos períodos, que suman once años consecutivos, se les conoce globalmente como el Oncenio. En total gobernó 15 años, siendo el mandatario peruano que más tiempo ha gobernado. Durante este largo mandato, Lima fue modernizada mediante la ejecución de obras públicas, financiadas mediante empréstitos y cuyo fin inmediato fue festejar apoteósicamente el Centenario de la Independencia Nacional en 1921. Creó el  Banco de Reserva y el Banco Central Hipotecario, así como los Estancos de Alcohol, Naipes y Fósforos. Legalizó las comunidades indígenas. Creó la  Guardia Civil del Perú. Fomento la construcción de carreteras y obras de irrigación. Firmó el Tratado de Límites con Colombia y el  Tratado de Límites con Chile, 1929, tratados muy controversiales que han motivado que se califique a Leguía de “entreguista”. Fue derrocado por el Coronel EP Sánchez Cerro el 25 de Agosto de 1930, siendo luego apresado e internado en el Panóptico de Lima. Allí enfermó gravemente y tuvo que ser trasladado al Hospital Naval del Callao, donde falleció en 1932

Porque la memoria no es una flor

Porque la memoria no es una flor


Porque a veces el silencio abre heridas más profundas que las hechas por las balas y porque el hombre nunca será un hombre hasta que sepa que es todos los hombres.


1.
(Porque la memoria no es una flor)


Hasta acá el olvido y la palabra
desde acá el cuchillo

¡dónde está
la boca para este pan!

A quién preguntar
por el nombre de los sueños que hacen la noche más pesada
a quién
¿por los niños que aún duermen sin más alimento
que la tierra entre sus bocas y de ojos abiertos?
hasta acá la golondrina
y la voluntad de las hormigas

¿Dónde está
y desde qué cuerpo se alzará la verdad?

Quién responderá
por los sueños a medio comenzar
por los pasos que no encuentran por donde regresar
quién por las voces ¡tantas voces!
quién por los himnos ¡tantos himnos!
quién por los vivas ¡tantos vivas!

Hasta acá la herida
Y desde acá la cicatriz.

2.
(Para todas las comunidades que luchan por su espacio)


Llora el viento
Más allá del metal
Atraviesa el desierto
Sin más compañía que el recuerdo de su madre
Hermosa y alta
Más alta que la voz del águila

Si hasta el más humilde brote de hierba
Opone resistencia cuando lo van ha sacar de su tierra
¿Por qué no el hombre?

Un hombre
Traza un círculo más grande que el planeta
Y comprueba que no hay número mayor que el UNO

Ahora el fuego
Atizado por tu tibio silencio
Ahora la tierra
Herida por tantas cosas que se avientan contra su seno.

3.
(Con el mayor respeto y cariño para Vladi y Yoyo)


Si ves llorar a un geranio que atraviesa tu solapa
Cuando no un cantu
Y si es un geranio rojo
No bastará la artritis de la lluvia
Ni la voz aguardentosa del chihuanco
Y si se alza
Como un puño endurecido por los callos
La flor de papa sobre el lomo agreste de los campos
No podrán nada los discursos
De los presidentes ni el de los papas
Digo es un decir
—Como diría el cholo Vallejo—
Si la coca
Un día te sabe amarga
Pues levanta la mirada
Conversa con tu estrella más alta
Aliméntate del cosmos
Dale un sorbo a la mañana
Y ven
A mano y corazón armado
Que siempre te estaremos esperando.

4.
(Para mis amigos en la ciudad)


Que no te importe
Si la “crisis mundial” se agranda
Tú aprende a encender una fogata
Una fogata te dará calor y hervirá las papas
Que no te importe si los bancos se hunden como barcos
Tú aprende a descifrar el lenguaje de los pájaros
El lenguaje de los pájaros te dirá el tiempo exacto
Para que —con ternura—
Hundas
Tus manos sobre el campo
Que no importe si se incendian los palacios
Tú todavía tienes:
El amarillo canto del canario
La timidez de los geranios
La humildad
De los caminos que extrañan tus pasos
Que no te importe
Hasta dónde caiga la tristeza de las bolsas que sólo tiene plata
Aprende:
A encender una fogata
A escuchar la voz de los chihuancos
Abrir surcos en la tierra con tus manos
Aprende que los males nacen fuera de los campos.

5.
(Para José María por sus últimas palabras)


El amarillo canto del canario
Sobre un paisaje verde
Tendría que bastarnos

Debería el hombre
Morirse de amor
Para tener
—al menos—
La certeza de lo que está muriendo
Y no morir como muchos en estos tiempos
(Es decir sin saber de qué ni cuándo)

(Con admiración desde siempre para todos los hombres que ofrecen su tiempo y sus vidas por la causa justa)

FILONILO CATALINA


Para esta bella generación que no será beneficiaria del seguro social

Para esta bella generación que no será beneficiaria del seguro social


Somos los rescatados del olvido
los que desvestimos con lujuria al silencio
aquellos
que inventamos las historias más ingenuas sobre una hoja en blanco
y además
pretendemos, también, ingenuamente
-con ello – conquistar a la mujer más bella y
ganarnos un plato sobre la mesa

Somos tristes, somos alegres
fabricamos balsas en las ciudades
con himnos que cantamos en los parques
soñamos una casa grande
y nos rehusamos a morir sin antes
haberle levantado la falda a la libertad

Sabemos:
que la vejez no vale si llegamos impecables
que es más noble la muerte si festejamos su cumpleaños a diario
que nada vale si no hemos bailado – alguna vez- un vals con la felicidad

Ahora que los poetas no mueren de amor si no de hambre
deben saber también
que somos
tanto o más mortales que cualquiera
y que no vinimos a hablarles de florecitas ni de estrellas
a pesar
de la lujuria insuperable de las flores y
de lo impúdicas que suelen ser – ciertas noches - las estrellas

Por ello le cantamos a este planeta
con sus cielos ahuecados por tanto avión y
tantas esas otras cosas que se avientan al espacio
a ustedes
y su triste silencio de perro sin dueño

Somos los inmejorables
los insuperables
a los que se nos ha leído – como pésimos poemas –
la lista de nuestros derechos

Los que visitaremos sus cárceles por decirles sus verdades
por decirles
que todo tiene un tiempo
y que el tiempo de la destrucción es este
Somos
los dementes que amamos
a veces
a mujeres mucho más dementes
los que escribimos poemas de dos líneas
y con un trago en la mano
esperamos
que la luna se desnude con paciencia
y salú por ella
y por las otras
que también logramos desvestirlas con solo esos dos versos
porque sólo ellas se parecen a la luna
y sólo ellas se merecen esos dos versos

Salú también
por todos aquellos que rompen
de la única manera el orden
aquellos que estiran la libertad
como una goma de mascar entre sus bocas
a pesar
de que por ello les rompan muchas veces la boca
salú salú
también por este aire
por esta noche
por la belleza de este momento irremplazable.

LA POETA MELISSA PATIÑO HINOSTROZA DEBE SER LIBERADA INMEDIATAMENTE.

La joven gestora cultural y poeta Melissa Rocío Patiño Hinostroza (20años) ha sido detenida y acusada de terrorista por asistir comopromotora cultural y comunicadora social a un encuentro político deCoordinadora Bolivariana de Ecuador.Melissa Patiño es miembro del grupo cultural "Círculo del sur" grupoque reúne a jóvenes poetas que organizan recitales en Lima sur.Además, participa en la producción del programa "Todas las voces" deradio Stereo Villa 101.7. Es estudiante de administración en launiversidad de San Marcos, tiene 20 años.¿Qué hacía Melissa con la coordinadora Bolivariana? La historia es lasiguiente: el director y conductor del programa radial, Luis EnriqueAmaya Álvarez, recibió la invitación de la Coordinadora ContinentalBolivariana para asistir a este encuentro en su calidad de hombre deradio.El II encuentro de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB),congregó a alrededor de 800 delegados de Cuba, Venezuela, Perú,Uruguay, Brasil, Bolivia y se hizo a puertas abiertas en Ecuador, conconocimiento de las autoridades de ese país.Cuando terminó el encuentro, Mellissa fue subida a un bus por losorganizadores del evento junto a muchas otras personas. En ese busiban otras seis personas que ahora la policía sindica como "integrantes delMRTA".Los abajo firmantes que conocemos a Melissa Patiño sabemos que ni susacciones ni su posición política tienen cercanía alguna al de algúnmovimiento subversivo marxista leninista peruano o internacional.Sabemos que ha sido detenida sin que exista prueba alguna en su contrade algún delito que haya cometido y que ha sido privada de su libertaden un abuso de autoridad intolerable.Los abajo firmantes exigimos su inmediata libertad (firmantes hasta el 02 de marzo a las 9:00 p.m.):

Javier Arévalo
Giancarlo Huapaya Cárdenas
Rafael García Godos
Alessandra Tenorio
Florentino Díaz
Víctor Ruiz
Diego Lazarte
Salomón Valderrama
Vanessa Martínez
Joan Viva
Wilver Moreno
Luis Enrique Amaya
Julio César Vega
Pablo Salazar
Gloria Ramos
Alejandra Escajadillo
Julián Alberto Alaluna
Paul Guillén
Harold Alva
Oscar Saavedra Villaroel (Chile)
Héctor Hernández (Chile)
José Pancorvo
Carlos Valencia
Maria Rumaja
Juan Pablo Mejía
Paulo Peña
Dalia Espino
Alex Morillo
Jesús Zavala
Marcela Saldaño (Chile)
Camilo Herrera (Chile)
Roger Santiváñez
Jaime Coahila
Yaxkin Melchy Ramos (México)
Víctor Coral
Jorge Alejandro Vargas Prado
Julio César Valdivieso
Juan Augusto Ricardo Carrasco Huamaní

Melissa Patiño ha sido secuestrada por la policía:
El Ministro Alva Castro debe responder si los derechos civiles en el Perú están suspendidos.


Hemos luchado contra una dictadura para tener a un Estado vigilante de que los ciudadanos seamos amparados por la ley: no metimos a la cárcel a un tirano y desmantelamos a su mafia para que un gobierno democrático utilice el poder que le ha conferido los urnas para que lo utilice en campañas de intimidación a quienes no piensan igual que ellos.
El Ministro Alva Castro ha recibido una orden: vigilar que las cumbres internacionales que este año se realizarán en el Perú, sean seguras. Objetivo que cualquier ciudadano peruano inteligente y democrático seguramente comparte.
Pero la incompetencia del Ministro Alva Castro lo ha llevado precisamente a negar con sus acciones lo que predica con sus palabras, él ha dicho "vamos a darle todas las garantías a los países y a los visitantes de que el Perú es un país democrático, de libertades y que tiene como signo y destino el progreso."
Pero cómo puede este gobierno garantizar los derechos civiles en el Perú privando abusiva e ilegalmente de su libertad a un ciudadano contra el que no tiene prueba alguna.
La poeta Melissa Patiño Hinostroza participó en una reunión pública en Ecuador convocada por la Coordinadora Continental Bolivariana. Asistió con todos los gastos pagados como representante de un grupo cultural llamado "Círculo del sur"; asistió como productora de un programa cultural radial diario que se transmite por Stereo Villa y cuyo nombre es "Todas las voces", acudió en reemplazo del director de este programa, que no podía ir porque la emisión sale todos los días, y porque estaba negociaba un nuevo contrato con la emisora y no podía dejar que la programación se interrumpiera.
Cuando Melissa Patiño regresaba de Ecuador, los organizadores del evento político la subieron a un bus donde conoció a las personas con las que finalmente fue detenida en Tumbes.
El Ministro Alva Castro ha obtenido su impacto mediático: y tiene a sus "presuntos terroristas" detenidos.
La Ministra Florez Araoz sale a felicitarlo y dice que esto "demuestra que el Perú está tomando las precauciones necesarias para el éxito de las cumbres internacionales."
Pero al menos uno de los detenidos Melissa Patiño Hinostroza es inocente y los funcionarios del Gobierno, cuya tarea es velar porque los derechos de cada peruano sean protegidos, demuestran no solamente su absoluta incompetencia sino el desprecio total por las leyes que deben hacer cumplir y su voluntad de subordinar a sus intereses políticos el interés de una nación que debe vivir bajo el amparo de la ley.
Lo que el Ministro del Interior Luis Alva Castro debe responder a todos los peruanos es:
¿Existe el delito de reunión en el Perú? ¿Existe el delito de agrupación?
¿Estamos notificados todos los peruanos de que si no pensamos como los funcionarios del gobierno, podemos ser detenidos para ser investigados?
¿Hoy puede detenerse a los ciudadanos en el Perú sin prueba alguna?
¿Si un comunicador acude a un evento político internacional se convierte automáticamente en sospechoso?
¿En el Perú podemos ser privados de nuestra libertad por el libre albedrío de un funcionario público porque nos cree sospechoso de algo?

Javier Arévalo
Escritor
07237428
Fono 9737-7484
http://e1.f396.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=javierxarevalo@gmail.com

-- http://www.proyectorecreo.com/http://www.javierarevalo.blogspot.com/http://www.citricacritica.blogspot.com/241159797377484

http://dragosteaperu.blogspot.com/2008/03/liberen-mel.html

Del FESTIVAL DE CORTOS

Del FESTIVAL DE CORTOS

ANUNSIACIÓN DEL ARCANGEL GABRIEL A MARÍA


Tú eternizarás el dolor del parto
Y en tu vientre
La palabra / crecerá /
Exacta y redonda como el mejor de los versos


DEL NACIMIENTO

Cuentan los escritos de ese tiempo que el niño nació en silencio
Y que cuando pronunció la palabra ave un pájaro cayó muerto
Fue entonces que cantaron grillos y gallos
Y que los reyes en ese momento se hicieron magos
Entonces llegó el posadero con las mejores mujeres y el mejor vino de toda Jerusalén para celebrar semejante acontecimiento

- Este hecho nos llevaría a comprender, luego, su afición del elegido hacia el vino y las prostitutas en la etapa de su juventud –

Se dice también que al amanecer y mientras el niño jugaba con el pezón de María, José se le acercó todavía con resaca y, con una ligera sonrisa dibujada en su rostro le dijo: ¿a si es que tú eres hijo del espíritu santo?
JESÚS

Yo tocaba la citara
Los niños bailaban a mi alrededor
Y las mujeres me amaban

Yo también cantaba con los mozos
[bajo las ventanas
Pero cuando regresaba a casa por la madrugada
Los viejos me miraban con rabia.

CANTO A JERUSALEN

Jerusalén se quemará
Y arderá como leña en el fuego
Jerusalén se quemará
Y también los palacios de gobierno
Jerusalén se quemará
Y cantarán con lamento las cítaras

Jerusalén arderá
Y por los sitios marginales
Se entonará un huayno.


ENSEÑANZA


Entonces, después de que todos pusieron una moneda en el cesto,
Escucharon decir al maestro:

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios

Y los asistentes mudos y sorprendidos
Vieron como se alejaba el maestro con las monedas en el cesto.


MARÍA MAGADALENA


María magdalena era tan bella
Que desfigurarla de una pedrada
Hubiera sido blasfemia
Por ello me puse delante de ella
Y los viejos (pendejos)
Ninguno quiso tirar la primera piedra.


ÚLTIMA CENA

Entonces el maestro, después de haber bebido un buen trago de vino, les dijo: esta noche uno de ustedes me traicionará y Pedro se le acerco casi corriendo a decirle: maestro, maestro nunca dudéis de este vuestro siervo, donde vaya usted le seguiré y terminó con un rotundo: ¡jamás le negaré¡
Se cuenta que aquella mañana de aquel tiempo, Pedro preparó un sabroso caldo de gallina (hecho a base de gallo) para sus amigos, quienes se hubieron emborrachado de pena con el vino que sobró de la última cena. Ese buen caldo los curó de la resaca, y sólo entonces pudieron ver a judas colgado de un árbol, esmaltado por la noche y comenzado a ser devorado por el sol.


CONFESIÓN DE JUDAS

Yo le dije que sea mi maestro, que se mi hermano, en fin, que sea lo que él quiera, pero que por favor nos salvase de la esclavitud y la miseria, pero él siempre hablando del amor que el amor crece y se mece como las palmeras en la orilla de las playas me dijo una vez yo bautizaré con fuego, entonces pensé que incendiaríamos Jerusalén con todos los romanos dentro, por ello fue que le seguí, pero cuando llegamos él continuó arderá el amor hasta en el pecho más pequeño y entonces la luna dejará de ser un simple hueco en el cielo… fue la desesperación ¡ lo juro ¡ él era buen pata.

FILONINO CATALINA

12/09: 7 APUNTES PARA UNA RE-VISION DE NUEVA POESIA EN AREQUIPA


José Luis Córdova


El presente texto fue publicado inicialmente en la revista electrónica "Espergesia" colgada en el site de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Córdova ha corregido sus primeros criterios y aumentado algunos que cree son valorables para un mejor entendimiento de la poesía en Arequipa. Precisamente este texto se convirtió en comentario de algunas tertulias de indomables autores a fines del pasado año 2006


UNO
Después de la irrupción horazereana, se ha puesto en las pasarelas que cada nueva “implosión colectiva” de una región, venga cargada de un discurso demasiado irreverente al “canon” vigente, con posturas caudillistas —o precursoras para ser más irónicos— cuya espada ha sido el tetrasílabo «innovación», o, en el mejor de los casos, «renovación», haciendo que se vuelva una “explosión” a través de mitos extravagantes, como el caso Verástegui, o solamente intrascendentes fouls deportivos con los que, valiéndose de líos tan domésticos, en base a discursos de frágil ocurrencia y aceleradas declaraciones sobre quién ha sido el último que ha roto con la tradición, algunos postulan —con una impronta posmoderna, y como sucede en estos momentos— para negar a la generación inmediata anterior, aclamando a quien tomará ese supuesto “vacío”; y todo eso, gracias a un excesivo ánimo heterodoxo, producto de un rezagado vicio de protagonismo yoista que, en excelsado ego, sólo trafica intenciones mediatas de ser la comidilla en el ámbito gremial, o para decirlo en otras palabras, llamar la plena atención de sus congéneres.
Así, el contexto nacional es un círculo vicioso cuya irremediable bilis, hace que —caso Clemente Palma—, todo esto pase a enriquecer la mera anécdota histórica que, por una parte, hacen ver a estos “visionarios de la innovación” como pequeños cíclopes modernos cuya corta vista horizontal alcanza sólo hacia los costados inmediatos (y además, como eternos hijos negados y sujetos siempre a lo que dicta occidente), y por ello, no pueden ver más adelante o atrás, mucho menos arriba abajo —caso que, como veremos páginas más adelante, no ocurre con esta irrupción—; y por el otro, los uniformiza y/o los esnobisa hasta que por el hartazgo, por ello, no comprenden que ha sido la insularidad y no las reuniones cantineras recargadas de yoismos la que nos ha traído voces verdaderamente irreverentes e innovadoras.

DOS
Y, similar es el caso de la crítica peruana actual, la misma que a estas alturas es apenas un discurso necrocrítico. Nacida con el síndrome valdelomariano ha sido puesta en las manos de una pequeña afiliación construida con un invulnerable autobombo (culpa de las colectividades) y sólo ha dado en el oasis grupal autoinflaciones temporales de hidrógeno ignífugo, dejando en otro plano su verdadera función; esto, gracias a una cómoda labor de ver el medio con esa esquiva tolerancia de querer llevarse bien con todos y en el entorno más cercano posible. Así por ejemplo, tenemos la romántica crítica especializada, que —sin recursos culturales y propuestas—, últimamente, apela al refrito; la muy extendida condescendiente “de familia”; y la daltónica periodística, poco entendida, o mejor dicho, desentendida en este campo; de ahí que, aparte de la absurda «sinonimia», han establecido títulos al mismísimo estilo yanqui , como “Literatura Peruana” que enmarca a todo lo que se hace en Lima, y “Literatura Regional”, a todo lo que está exenta de ella, o lo que se hace —citando al brutalizante mass media y por culpa de Basadre—, en el llamado “interior del país” .
Y si además a esto le sumamos la migración y el poco esfuerzo o la ceguera —invalidez estaría mejor— de la misma institución letrada, tenemos como resultado la existencia de poetas “peruanos” y poetas que aún no son considerados dentro de lo que se llama “poesía peruana” —mucho menos los que, con “propia voz”, hablamos o escribimos en este “interior”—, y siendo así, los más jóvenes tendríamos que emigrar al “centro” para ser considerados, más adelante, dentro de un panorama nacional; cosa que no hicieron, por ejemplo, poetas como José Gabriel Valdivia, Lolo Palza, y Luzgardo Medina Egoavil, que han alcanzado niveles que sobresalen en un panorama casi uniforme, y que sólo han sido opacados por su menguada producción, ataviada en un silencio inexplicable (¿la falta de crítica?) en cuanto a creación constante y actual se refiere.

TRES
Es en este contexto que este cliché setentista —basado en «una antigua y renovada modalidad de convivencia: el grupo» (Luque Mogrovejo, 1990: 9)—, ha traído posteriores réplicas cargadas de tonalidades divergentes; y así, en los 80, inmersos en el decadente pop y con una juventud despreocupada, tenemos a Kloaka —lo más conocido de Lima—, mientras que en Arequipa —que no se vio ajena a este tipo de agrupaciones—, tenemos a Ómnibus y Eclosión, en medio de una efervescencia de movimientos , cenáculos e insularidades, todas inconclusas, empeñados en editar una diversidad de revistas de corta duración (aproximadamente 20), quizá, como dice Mogrovejo (Ibíd.), sólo por ese «gustito indefinible por ingresar en la historia».
Pero, a decir verdad, para el caso local, esta generación —postergada una década después (de Hora Zero)—, si bien fue disímil en el panorama nacional, también es cierto que no fue más que un «remedo con tonalidades y características propias de lo que fue […] [Lima] del 70» (Cáceres C.: 2003: 198), y que, como en otros lugares del país y en diferentes contextos, surgió cargada de una “avalancha” de revistas, manifiestos, y todo tipo de instrumentos que sirvieron para difundir el quehacer poético de sus congregados: trifoliados, boletines, fanzines, plaquetas, además de los clásicos recitales, etc.; siendo válido también, los «escupitajos y puñetes verbales […] [surgidos, entre] revistas» , debido a discusiones acerca de quién era mejor, qué era verdadera poesía y qué no era, o qué estaba bien para publicarse y qué no, acusándose finalmente, de hacer “remedos” o en el peor de los casos, “adefesios” de poesía.
Sin embargo, pese a ello, hoy son muy reconocidos en el país nombres como Oswaldo Chanove, Alonso Ruiz Rosas, Odi Gonzáles o Alfredo Herrera Flores, poetas que cuentan con varias producciones y premios nacionales, así como incursiones en otros géneros o realizaciones experimentales como es el caso de Oswaldo Chanove.
Posteriormente, para la época del meneito y la macarena, mientras en Lima aparece Neón, aquí todavía ebrios de la fuerte movida ochentera, sólo quedarán algunos remilgos individuales, a los que Ablaciones ha llamado «fumarolas de los 90» , cuya difusión estará a cargo de dos importantes revistas que silenciaron rápidamente: “Claraboya” y “Escritos (plegado de pensamiento, poesía y prosa)”. Eso es lo poco que se sabe de esta época, donde destacan claramente Carlos Tapia Delgado que publicó Música para afeitarse (Arequipa, Gente por la cultura, 1998) y Jimmy Marroquín Lazo con Dinámica del fuego (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2000), quien además obtuvo con Teoría Angélica el COPE de plata en el 2001; pero ya iniciado el nuevo siglo, y con la perspectiva que apuntaba Orgios, emerge nuevamente una movida, y esta vez, trascendental para la poesía actual que lentamente discurre en el país.

CUATRO
Esta nueva irrupción aparece sin discursos panfletarios ni pronunciamientos de polémica vergonzante. Al principio son colectividades que sin la clásica afinidad de congregación identitaria, sólo tendrán el simple interés de difundir su poesía , y que observándola, transcurridos varios años, finalmente viene a ser la suma de individualidades en una mixtura —o heterogeneidad— que, con propósitos distintos, ve las cosas desde otro ángulo: la acostumbrada persistencia por la búsqueda sin ser totalmente ajenos a ninguna voz ni al contexto mismo, tanto inmediato como tradicional, ni al insular y universal que en toda época se presenta.
Así tenemos el caso de Triángulo: Juan Yufra, Álvaro Fischer, Luis Rodríguez —hoy Filonilo Catalina— y Rubén Soto, quienes, paradójicamente disímiles, han logrados a través de exploraciones resaltantes una producción regular y equilibrada. Aparecidos al finalizar el XX, este grupo ha estado alejado del yoismo provocador y sólo se les ha visto esporádicamente, publicar en algunas revistas o leer su poesía en distintos recitales. A mediados de 2003, dieron un recital como agrupación en el Centro Cultural Chávez de la Rosa; posteriormente, Soto, en la docencia preuniversitaria, regresó a su natal Puno ; Filonilo, ganador del COPE de bronce 2005, difunde su creación a través de plaquetas y trifoliados; Yufra, reconocido también con un premio de poesía organizado por la municipalidad de Yanahuara en el 2004, se dedica a la docencia escolar; mientras que Fischer, en un retiro extravagante pero momentáneo, apuesta por la música vernácula ayacuchana. Sólo ha quedado como referencia el sello editorial Triángulo y 5 textos editados.
Luego en el 2000, surge una de las más herméticas agrupaciones: el Círculo poético Enroque y más versos, cuya intención se expuso en la captación de poetas jóvenes de la Escuela de Literatura y cuyo fundador, Orlando Bedoya, destaca al lado del cuzqueño Martín Zúñiga, quienes realizaron una edición, quizá, la más extensa en cuanto a números (más de 21 publicaciones que fueron una mezcolanza de trifoliados, fanzines, plaquetas y boletines), pero empeñados en una invariable producción, su labor fue quedando en una mera intención de dar a conocer las voces más jóvenes y disparejas de su entorno. Actualmente algunos de sus adherentes publican la revista Mítica, mientras que Zúñiga desde el Cuzco, es uno de los impulsadores del Bloog de poesía peruana contemporánea Urbanotopía.
Pero es a mediados de 2001 que aparece una agrupación dispuesta a remover el panorama emergente: Orgios, y abriendo los brazos hacia todos los rincones posibles, se aprestó al bullicio pero con una hiperacción que apenas duró medio año. La intencionalidad afín de esta agrupación fue la de congregar a todos los poetas jóvenes en recitales a tribuna abierta para luego antologarlos en 3 revistas que sirvieron de palestra para explorar, reconocer y cavilar sobre el nuevo panorama, y, como ya mencioné, marcaron el inicio de lo que ahora se expone y que, sin duda, considero como objeto de merecida atención. Aquí aparece Oscar Saldívar, que publicó a fines de 2002 Hemiplexia (Arequipa, edición del autor) y más recientemente Hábitat trashumante (Arequipa, Grita Ediciones, 2005). Posteriormente en el 2003, algunos de sus adherentes fundaron la revista Cártel, que hasta ahora tiene apenas 2 números, y uno de ellos, Luis Ormachea, publicó Índice (Arequipa, edición del autor, 2004) y Bóveda (Arequipa, Grita Ediciones, 2005).
Lo que seguirá más adelante, es la aparición de revistas, —siempre de corte universitario y desde el campus de San Agustín—, impulsadas por individualidades y con propuestas abiertas de difusión. Así tenemos a la desaparecida Caleidoscopio de la Escuela de Derecho, que sacó a la luz a Ignacio Infantas; Cara de camión (cuya vigencia llegó a 9 números) a cargo de Jimmy Barrios, quien, además, editó desde mayo de 2004, otra revista bi-regional (Lima-Arequipa): Grita, (interrumpida al año siguiente ¿?), con un proyecto editorial interesante, el cual consistía en auspiciar publicaciones de jóvenes a través de la ONG que llevaba el mismo nombre (lamentablemente, también dejó de existir el año pasado).
Luego, a inicios del 2002, aparece Ablaciones, movilizada por 2 estudiantes de ingeniería: José Córdova, que publicó Pre-textos (Arequipa, Editorial UNSA, 2002) y Lenin Velarde Paredes quien ya cuenta con 2 publicaciones: Carol (Arequipa, 9no Granizo, 2003) y Hocrelugural (Arequipa, 9no Granizo y Wawasara editores, 2006). Aquí se comenzó a destacar una labor interesante que va desde difusiones locales, nacionales y del continente, hasta trabajos de crítica literaria, narrativa, entrevistas y artículos, entre otros. A fines de ese mismo año, aparece Lego que tuvo una vigencia de sólo 5 números, a cargo de Ana María Florez; aquí también se intentó publicar diversos géneros y algunos intentos filosóficos.
Y casi recientemente (fines de 2005) han aparecido Dragostea con un tratamiento no muy selectivo pero sí provocador (por ejemplo, el primer número salió con una recopilación de literatura no heterosexual) y una propuesta editorial que hasta la fecha ha publicado 3 libros: Cuentos del cuzqueño Jorge A. Vargas Prado (2006), Ideograma de Robert Baca Oviedo (2006) y la traducción del manifiesto SCUM de Valerie Solanas (2007); Bastardía los que también han surgido con la propuesta editorial de auto publicarse; y el colectivo Demetrio Caicho cuya revista lleva el nombre de El pasto verde.

CINCO
Ahora bien, observando este panorama y el contexto en el que se desenvuelve, puedo decir que esto es algo más que alentador. Las nuevas voces, cuyos textos marcan nuevos proyectos de asumir poesía contemporánea, se levantan frescamente sin trompetas, histrionismos o esfuerzos apurados por apretujarse en la combi literaria. Y para dar algunos ejemplos, citaré a Álvaro Fischer, quizá uno de los jóvenes más interesantes dentro del discurso nacional, que con Tzolquin (Ayacucho, Triángulo editores, 2001), un conjunto de poemas, en su mayoría, de largo aliento , despertó interés por ese solo tono casi vernacular y audaz (como en la narrativa arguediana): «Dime, piedra negra-este río nomás por qué a mi corazón no ha volado/ Bésame tú, maíz negro, en este anochecimiento con este sol hielando mis huesos/ Escucha piedra escupida, nomás en mi oído el halcón está hablando con las serpientes […] Ya Kantuta, desde la muerte cóndor ardiente que vuela/ Y piedra viva que retorna/ con esta entristecida lluvia/ ya no reír Ya tierra de la noche», y de sesgos indo-americanos, precolombinos y occidentales, que conviven casi de manera conciliadora y que dista mucho del remedo snob; así, este sincretismo es llevado a la universalidad, en torno a un paisaje urbano profundamente pincelado: «Un corazón se desangra en un pozo de agua/ Tu cadáver deambula/ con mis ojos», «Las horas con lepra, se-envejecen/ Paralíticos mirando el mar […] y en su ventana,/ orejosas, fuma la noche/ marigüana»; «Los semáforos […] se deshielan intro l e n t a m e n t e/ hasta reventar esa carne de ciudad// Año tras año las horas repletas en tráileres/ entran al sueño hasta pudrirse»; «Tus ojos-son dos autos chocando en plena pista/ A toda velocidad», y eso no es todo «Esta madrugada te suplica y te hace/ el amor con treinta céntimos en la combi […] la carne de rodillas/ grita desiertos Envejece abortada en padrenuestros».
Otro ejemplo es el caso de Filonilo Catalina, que, con tonos sencillos y directos, explora una metaforización del lenguaje coloquial, así, en Memorias de un degollador (Arequipa, Triángulo editores, 2000) lo urbano marginal, como tema principal, se aproxima en un tono casi de reclamo: «Yo también fui un señor de lentes/ que […] regresaba con hambre a casa […] caminando entre señales de tránsito/ con el semáforo indicándonos el tiempo reglamentario de nostalgia […] columpiándome los viernes por las noches/ en las piernas de una mujer que gime y dice/ que me ama», «Cada vez que amanece/ despierto con un extraño remordimiento/ y otra vez le hablo a mis zapatos […] A veces escribo un poema/ y lo envuelvo en una flor/ entonces me da vergüenza/ porque siento cómo se agrandan mis ojos// Ahora sé que el hombre crece cuando está solo —a diferencia de la mujer que sólo crece/ cuando está desnuda— y se hace terriblemente pesado»; posteriormente, en La canción de la cucaracha (Arequipa, Triángulo editores, 2003) consolida su estilo sobre un espacio más limpio y provocador, aunque lleno de efectismos, donde lo cotidiano, a través de una coloquialidad extrema y un acercamiento tangencial a Escribano, se mezcla con una alta «dosis de humor» usando un lenguaje directo y cargado de ironía: «Un poeta jamás llevara un reloj/ porque el reloj marca el tiempo pero no el sentimiento»; le dice a Juan Cristóbal: «De qué te sirve Juan/ ser la antorcha en una ciudad perdida y poblada por tanto verso malo […] si el mundo está poblado de hijoeputas que gobiernan el planeta y que no saben de tu pecho abierto como el tajo más hermoso de una cesárea […], Te escribo Juan y es cierto que todavía falta mucho para que estés muerto/ pero te escribo para […] que vengas y algún día agarremos a esos hijoeputas de los pelos y […] terminemos/ tatuándoles un verso de Carlos Oquendo a fuego lento/ Para que nunca olviden que ellos también salieron de la misma/ grieta por la que respira el planeta».
Otro caso interesante y a la vez distinto es el de Nacho Infantas Moscoso, que con Piel de arcano (Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2003) hace una introspección alegórica a la palabra, como ente creadora y totalitaria: «Este cuerpo,/ no destruye, no contamina, resbala ígneo entre los átomos […] NO ES/ un territorio conquistado, […] es solamente la piel aún desierta/ de la palabra que te encierra», pues el lenguaje, en sí, es el génesis de todo lo que existe: «escribo en el silencio de la página/ “Amanecer”/ y amanece…», «ERAS/ Ese improvisado Dios/ Que se llenaba sus días/ Haciendo frágiles hombrecitos/ A su imagen y semejanza…», lo demás «reposa,/ se abandona a la marcha de la noche/ como la marcha fúnebre de millones de insectos alados», por ello «Sería conveniente/ morir/ como mueren las plantas, como muere/ el musgo […] Desaparecer/ o transformarse», para descubrir «que todo este paisaje/ es sólo una palabra/ siempre fue una palabra» y que, si de pronto, todo despareciera, persistiría como dice Infantas, lo que más nos identifica: «AL FINAL» quedaría «LA OSAMENTA/ OBSCURA […] DE UNA/ PALABRA».

SEIS
Sin embargo, hace falta revisar otros textos para poder sacar algunas conclusiones de lo que hasta ahora los jóvenes han venido haciendo en Arequipa durante los últimos 7 u 8 años. Libros básicos de esta época son Graffiti de Zoo (Arequipa, Triángulo editores, 2003) de Juan Yufra, donde se percibe una exploración culturalista —la antropología por ejemplo—, lo que hace de Graffiti…una búsqueda entre lo oral, lo urbano y lo marginal en medio de un mundo casi prehistórico: los dibujos del aerosol con que se hace el graffiti concluyen en alguna verdad o una mera interpretación de la evolución del ser humano; Bóveda de Luis Ormachea, donde las representaciones cósmicas del texto surgen a partir del enfrentamiento cultural entre lo foráneo y cosmopolita y lo aborigen de ahí que las alucinaciones fantásticas de los elementos naturales (peces, mares, viento, vegetales, piedras, astros, el espacio y finalmente la palabra) pueden estar tanto en una terrible armonía o quietud, o sino, en un tremendo caos; Carol de Lenin Velarde Paredes donde la ingenuidad hacia el amor a través de lo sexual o de las represiones sexuales y los recuerdos (familiares, escolares, y el lugar urbano-rural donde el poeta ha vivido o vive) de la infancia son, finalmente, parte de la construcción del ser; Istalla (Arequipa, edición del autor, 2006) de Rubén Soto donde «nos atrevemos a percibir […] una actitud culturalista —neoindigenista— para interpretar […] [a través de] los elementos lingüísticos vernáculos y temáticos que nos plantean una pertinente reflexión acerca de los códigos y las relaciones con los conceptos de transculturación, heterogeneidad o hibridismo» ; y Hábitat trashumante de Oscar Saldívar donde la solitariedad del ser, el tránsito sin rumbo, así como el cansancio y la cotidianidad del vivir, hacen del hombre un ser construido con un consumante esplín agotador y tormentoso
Todos estos textos nos hacen percibir algunas características novedosas de la nueva poesía en Arequipa, la que bien puede contextualizarse en el Perú actual, pero desde este lado donde la institucionalidad representativa está en proceso de construcción: primero, hay una resemantización del discurso coloquial-confesional llevado hasta un extremo singular mediante la indagación y la apropiación del contexto suburbano, marginal y hasta periférico, en algunos casos por pertenecer a él, a través de la relectura de la vanguardia de inicios del XX: Oquendo, Churata, Vallejo, entre otros; segundo, hay un enfrentamiento y un des-encuentro con la realidad poética actual por eso a través de un bien intencionado discurso culturalista, se trata de reconstruir otro más denso y significativo, explorando a veces los orígenes o la tribualidad del hombre, y tercero, la inserción dentro de una posmodernidad desparadigmizante que se da a través de discursos de corto aliento, con características pop, sobre todo por el efectismo, la temporalidad y utilizando, en algunos casos, máscaras poéticas, es decir, el cuestionamiento al «canon establecido», la existencia de voces y personalidades poéticas dentro de lo heterogéneo, palpables dentro de una búsqueda de la identidad así como la inclinación a la individualización, pero esta vez, universal.

SIETE
La vanguardia en las primeras décadas del siglo pasado, apertura una gran diversidad de ismos que hicieron que estuviera en constante cambio, y sin embargo, no todos éstos encontraron recepción, hubo diversos estancamientos y sólo unos cuántos alcanzaron progresar y quedar consolidadas como escuelas. Surrealismo, indigenismo (para el caso latinoamericano) y vanguardismo —posteriormente llamado por algunos como ultramodernismo— son sólo los ejemplos más claros, los mismos que a la vez nos hacen ver que la poesía es, aunque no padezca, también sectaria o divisoria.
De ahí también que sólo una minoría deguste de ella. (Pues hay que recordar que la cultura no es democrática, es decir, desde el punto de vista opuesto, el hombre es el único que decide finalmente de qué manera cultivarse, y de ahí que la poesía como parte de ella, definitivamente, no tiene porqué gustar a todos). Por ello, es absurdo el pronóstico de una posible extinción de la poesía, sobre todo por tratarse de un ejercicio individual que sólo a través de una colectividad logra construirse, consolidarse y salir a la luz a través del papel escrito o impreso.
Alguna vez el joven Heraud dijo que la poesía es «un trabajo difícil, que se pierde o se gana en los años», y que, así «conforme pasa el tiempo», ésta, finalmente, «se va haciendo trabajo de alfarero». Bueno, aún lo sigue siendo, y es además, muchas veces, un camino interminable de incertidumbres. Por eso, aquí, donde todavía nos encontramos libres de saturaciones, donde se vislumbra un panorama emergente y muy interesante, su revitalización se encuentra en marcha; sólo hay que afirmarla, no como un mero caldo teórico de posibilidades como se percibe en otros lados, sino, buscando su sentido, como alguna vez me dijera José Ruiz Rosas, con «sus porqués, sus cómos y sus cuándos». Y sin recurrir a los amanerados agrandamientos y las irónicas dalilaciones, o cayendo en especificaciones apresuradas de vuelo de pájaro, hay que ponerle mayor atención, pero en un nivel diferenciado y más amplio; porque claro, cabe también la posibilidad —aunque remota— de que esto sea un probable infortunio. Pero ¡diablos!, eso lo dejamos al mejor juzgado posterior de la historia.


BIBLIOGRAFIA

Además de haber revisado los poemarios mencionados y la mayoría de revistas de los últimos 8 años, también he recurrido a:

CÁCERES CUADROS, Tito: Literatura Arequipeña. Arequipa, Editorial UNSA, 2003.
FILONILO CATALINA: Memorias de un Degollador. Arequipa, Triángulo editores, 2000.
____________________: La canción de la cucaracha. Arequipa, Triángulo editores, 2003.
FISCHER HEREDIA, Álvaro: Tzolkin. Ayacucho, Triángulo editores, 2001.
INFANTAS M., Nacho: Piel de arcano. Arequipa, Lago Sagrado Editores, 2003.
LUQUE MOGROVEJO, Rolando: Viva Voz. Antología de la poesía en Arequipa, generación ‘80. Arequipa, Edición auspiciada por CONCYTEC, 1990.
MEDO, Maurizio: “El origen de lo diverso en la generación del 80”, En Revista peruana de Literatura, Nº 1, mayo-junio del 2004

Alan: el último virrey

Alan: el último virrey

Ya es común oír que Alan García traicionó los principios del partido que representa, cosa innegable, pues el APRA, con todos sus acomodos y demagogias, siempre representó una opción de Centro Izquierda (esto es, la izquierda que negocia con el sistema para nunca perder sus privilegios políticos); pero es tiempo de analizar las razones de esta traición. ¿Oportunismo?, ¿prematura vejez del caudillo?, ¿un nuevo viraje al estilo de Haya?

Políticamente hablando, un partido centrista podría bien acomodarse a la ola progresista de varios gobiernos sudamericanos, caso de los Kirchner por ejemplo. A estas alturas, con el camino abierto por Chávez y Evo, esta posición ya no es tan complicada. Sin embargo, Alan se aferra al neoliberalismo extremo, como cuando en su gobierno anterior se aferró al estatismo justo cuando la tendencia era el neoliberalismo. Quizás este sujeto tenga un problema para ubicarse en el contexto, hasta pareciera ver la historia al revés (¿esquizofrenia?); quizás su estadía en Francia lo alejó de su identidad "socialista" (como a tantos otros).

Una reciente entrevista en el Diario El Comercio y citada por Nelson Manrique en Perú 21 (29/10/07) ayuda a desentrañar este misterioso cambio de orientación ideológica del otrora "partido del pueblo". Allí, el actual presidente expresa que la cosmovisión andina es una especie de rémora que se opone al progreso, incluso afirma que los "no contactados" son un invento de los intelectuales. En fin, podemos ver las verdaderas razones del viraje de García: el racismo.

El APRA no ha virado pues. El APRA y su líder Alan García, son parte de una casta política criolla, que en determinados momentos puede olvidar su ideología para frenar el avance de los "indios". Ese temor a la "indiada" que incluso comparten muchos "socialistas" y que está convirtiendo a Humala en el demonio, como antes lo hicieron con Tupac Amaru, Cáceres, Velasco o tantos otros. Crean un demonio que luego el pueblo lo toma como salvador (aunque no lo sea). El contexto mundial importa poco para los exhacendados que siguen pensando que el país debe ser su hacienda, aferrándose al imperio de turno.

Ese temor al avance del pueblo, desde su dentidad chola e indígena, hace que ahora Alan parezca querer seguir los pasos de Goni. Que los siga pues, y nosotros sigamos en lo nuestro, en esta lucha por erradicar la mentalidad colonial y arrebatar el poder a esa casta "criolla" (económica, política y cultural). El cómo hacerlo está en debate, desde la participación política o desde la construcción de base, la negociación o la negación y todas esas posibilidades que discurren por este tiempo; pero lo concreto es que la casta criolla dominante, se llame como se llame, es nuestra enemiga porque ella así lo ha decidido.

Roberto Ojeda Escalante

Los Largos Estertores

Los Largos Estertores


Comentarios a propósito de "Radio Ciudad Perdida" de Daniel Alarcón

Por Anahí Durand Guevara


¿Existe una literatura de posguerra? Pareciera ocioso responder esta pregunta, quizá lo único que existen son justamente nuestras guerras; largos periodos de violencia en que todas las fracturas irresueltas que cargamos como país estallan haciendo pedazos la frágil certeza de un nosotros. Luego, cuando pasa lo más álgido del conflicto y se ensayan pactos y pacificaciones, los enfrentamientos armados cesan pero quedan secuelas que nos acompañan devolviéndonos al horror y el sufrimiento vivido...Los familiares muertos, las vecinas violadas, los compañeros presos, los amigos desaparecidos... Eso queda, alimentando pesares y rencores más aun cuando la paz se sella sin diálogo y desde el poder se avala la impunidad impulsando el olvido.

La literatura y el arte en general abren brechas a estos silencios oficiales, enunciando estos "pendientes" del conflicto. Esfuerzos por la memoria al fin y al cabo donde realidad y ficción cruzan y se intersectan retratando intensas historias individuales envueltas en dramas colectivos. Parejas separadas, pueblos enfrentados, familias desplazadas y saldos de batallas sin ganador posible. "Radio Ciudad Perdida" nos habla de todo ello presentándonos la densa realidad de un país que sobrevive como puede a su posguerra. Convivir con ausencias, sortear las sospechas, esperar vanamente alguna noticia de aquellos que desaparecieron se vuelve cotidiano, al tiempo que se descubren secretos íntimos empañados hasta ese entonces por la convulsión de la violencia.

La novela fluye sin problemas y revela poco a poco una cadena de encuentros y desencuentros que enlazan a personajes aparentemente disímiles pero signados todos por la huella indeleble de la guerra. El punto de partida es la historia de una pareja de profesionales donde el marido mantiene una vida paralela de colaboración con la insurgencia. Sus viajes clandestinos a un pueblo de la selva terminan con su desaparición y muerte en manos de los soldados mientras en la ciudad su esposa sobrevive a su ausencia abocada a su trabajo como locutora en un programa de radio que ayuda a la gente a encontrar a sus seres queridos. La llegada a la radio de un niño con los nombres de los desparecidos de su pueblo, es el detonante para que la mujer hilvane retazos de su vida conyugal que acaban por revelarle lo poco que sabía del hombre al que amaba y del mismo país en que vivían.

"Radio Ciudad Pérdida" discurre en un país que nunca se nombra,apelando a un recurso literario que juega con la territorialidad para dotar de mayor universalidad a la obra. Sin embargo, mientras Alarcón opta por la vaguedad espacial en el plano temporal hay un empeño por enumerar meses y años de cada acontecimiento en un derroche de contabilidad que puede hasta confundir un poco. Si bien esto no desmerece la novela, no alcanza la elaboración que logra la construcción de los personajes y sus historias entrelazadas. Norma, una periodista que sobrevive a la desaparición de su esposo, encarna uno de los rostros más terribles de la guerra; privar a alguien de la tangibilidad del otro, de la posibilidad de asirlo cuando y donde se quiera es una forma de castigo que vulnera en lo más intimo nuestra necesidad de contacto, de certezas…La prisión, el destierro y la desaparición forzada son formas organizadas de ausencia que suelen traer consigo las posguerras…Y como toda ausencia que se intuye impuesta es una invitación a la espera Norma no pierde las esperanzas de volver a ver a su marido. La angustia ante la incertidumbre y la desazón por no saber todas las vidas de la persona amada, son dimensiones de Norma muy bien retratadas en la novela. Convence menos sí la aureola de ubicuidad que envuelve su papel de locutora de noticias, lo mismo que la fidelidad en cuerpo y alma al recuerdo de su marido. A ratos Norma encarna un estereotipo de mujer que sobrelleva incondicionalmente las mentiras conyugales amando si preguntas al marido politizado…Esta docilidad, sumada a una impasible neutralidad ideológica resultan difíciles de hallar en alguien que como Norma vive una realidad tan convulsa.

El esposo de Norma, Rey me resulta mucho más convincente y retrata muy bien a quienes como él, de un modo u otro, tomaron parte activa en el proceso de violencia. Rey esta lejos de ser un militante convencido, es un ser ambiguo y hasta escéptico pero que no es ajeno a la convulsión de su tiempo. Dado el momento de decidir Rey lo hace y opta por la insurgencia. Desde entonces ya no existe punto de retorno; cada acción que realiza lo liga mas a esa apuesta…no hay una fuerza externa que lo obligue, es lo que se va tejiendo: los compañeros caídos, la represión que arremete, la sensación justiciera, son algunos de los elementos que lo llevan a colaborar justificando su doble vida colmada de verdades a medias y frágiles silencios. Finalmente la guerra atrapa a sus protagonistas en su vorágine de crueldad y la pacificación se impone a sangre y fuego. No hay la más mínima compasión con los vencidos, y a la derrota militar se suma una peor; la desazón moral de no saber si la apuesta por la que se arriesgó la vida fue realmente la correcta. Hay quienes se niegan a dejar las armas y deambulan por la selva ignorando que, como lo dijo el coronel Aureliano Buendía, es más difícil terminar una guerra que empezarla. Hay otros, como Rey, que no tienen tiempo de negarse ni rehacer sus vidas y son acribillados por la fuerza vencedora terminando sus días en cualquier río de la Amazonía.

Que Alarcón escriba en ingles y luego sea traducido no es algo que desmerezca o interrumpa la lectura, tampoco el hecho de que sea peruano y a la vez gringo. Finalmente creo que el autor consigue su objetivo: entregarnos una historia bien armada que nos interpela sobre los largos estertores que son nuestras posguerras… La novela conmueve sin caer en esa innecesaria gravedad que algunos consideran indispensable al momento de abordar temas políticos o sociales… Conmueve por que nos habla de nosotros mismos, de las abismales brechas sociales que persisten y las heridas abiertas que ha dejado en tantos la violencia. En el Perú por lo menos, la etapa de violencia es un tema pendiente del que aun no nos hemos sincerado lo suficiente.
Por eso resulta sumamente importante que desde la literatura se hable de ello, se escriba, se cuestione, se indague en que paso, que tiene que pasar para que amigos, vecinos de un mismo barrio, de una misma comunidad terminen enfrentados hasta la muerte. Supongo que finalmente ese es el mayor valor de una novela, cuestionarnos sobre la inabarcable y compleja condición humana.