Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo
vuelvo a pasear por Dalí, su mirada onírica del mundo me abre la mente..
Este cuadro fue pintado durante la estancia de Dalí en EE.UU., entre 1940 y 1948. Se observa al hombre nuevo levantándose justamente en EE.UU., apoyándose con una mano en Europa, y cuidando muy bien de no lastimar con sus piernas ningún otro continente.
Dalí cuando hizo este cuadro anotó algunas palabras, entre ellas "paracaídas", parecería como que el paracaídas ha llevado al globo terráqueo convertido en huevo hacia algún otro espacio donde se lo acoge poniéndole un paño para que se apoye y se pueda realizar el nacimiento. Hay varias personas contemplando el nacimiento del nuevo hombre, entre ellos se destacan la madre y el niño. Obsérvese que esta mujer tiene un cuerpo sexualmente poco definido y tapa su sexo con una hoja de parra poniendo de relieve su pudor. Parecería que el nuevo espacio necesitaría también una transformación, quizás había en la mente del pintor algún tipo de posible interacción entre el hombre nuevo, nuestro mundo y el nuevo espacio hacia donde el paracaídas nos llevó.
Obsérvese que no nace un bebé, nace un hombre con toda la posibilidad de reflexión y actuación que eso sugiere, sale un hombre nuevo que parece que sabe donde nacer y en que apoyarse o donde aplastar y donde no lastimar cuando nace.
Este cuadro fue pintado durante la estancia de Dalí en EE.UU., entre 1940 y 1948. Se observa al hombre nuevo levantándose justamente en EE.UU., apoyándose con una mano en Europa, y cuidando muy bien de no lastimar con sus piernas ningún otro continente.
Dalí cuando hizo este cuadro anotó algunas palabras, entre ellas "paracaídas", parecería como que el paracaídas ha llevado al globo terráqueo convertido en huevo hacia algún otro espacio donde se lo acoge poniéndole un paño para que se apoye y se pueda realizar el nacimiento. Hay varias personas contemplando el nacimiento del nuevo hombre, entre ellos se destacan la madre y el niño. Obsérvese que esta mujer tiene un cuerpo sexualmente poco definido y tapa su sexo con una hoja de parra poniendo de relieve su pudor. Parecería que el nuevo espacio necesitaría también una transformación, quizás había en la mente del pintor algún tipo de posible interacción entre el hombre nuevo, nuestro mundo y el nuevo espacio hacia donde el paracaídas nos llevó.
Obsérvese que no nace un bebé, nace un hombre con toda la posibilidad de reflexión y actuación que eso sugiere, sale un hombre nuevo que parece que sabe donde nacer y en que apoyarse o donde aplastar y donde no lastimar cuando nace.
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