Carta abierta de escritoras peruanas
Lima, 11 de abril del 2005
En el clima confuso y malevolente que reina en los últimos meses entre diversos autores y grupos literarios, se han publicado varios comentarios encaminados a minimizar el trabajo que las poetas peruanas de la década del ochenta vienen realizando hace más de veinte años.
Cierta crítica sigue empeñada en juzgar a los escritores "por unidad", y a las escritoras, en cambio, "a granel", como si estas perteneciesen a un compartimiento estanco homogéneo, ignorando sistemáticamente que se trata de voces individuales y no modulables en una sola frecuencia. Afirmar hoy, por ejemplo, que ciertas voces poéticas de clara personalidad son "epigonales" respecto de otras, no demuestra sino la persistencia de esa ligereza con que se aborda la escritura de las mujeres.
Algunos poetas y críticos sostienen, así mismo, que la poesía escrita por las mujeres o "no existe" o "es un mito", por "no ofrecer nada novedoso", por ser "una seguidilla de clisés eroticones", por ser un "fiasco", por ser sus autoras "pésimas vates" o por haber sido "sobrevaloradas" por la audacia de sus lenguajes o sus temas. Han dicho, además, que han "matado el pudor", que han "proclamado su condición de género" y "exhibido sus aventuras sexuales". Por "decir-lo-que-no-se-debe-decir" han sido vinculadas a poetas anglosajonas tildadas, de modo tan irrespetuoso como infundado, de "mujeres-gárgola". En el colmo de la actitud despectiva, se ha llegado a afirmar que la importancia que le atribuyeron los medios masivos a las poetas surgidas en la década del ochenta no respondía a sus propios méritos, sino a que los "periodistas y amigos" de las autoras celebraban "las audacias eróticas de sus poetas favoritas con el mismo entusiasmo de quien asiste a un club nocturno".
Este coro de opiniones que entran en el terreno de la caricatura, no revela una seria valoración crítica y estética, sino simplemente una aversión hacia las mujeres que, desde diferentes temáticas y estilos, se expresan con criterio propio y no con el criterio de quienes preferirían verlas asumir posiciones de sumisión y silencio, tan sospechosamente cercanas a las dictadas por San Pablo en su tiempo ("La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio". Epístola a Timoteo 2, 11-15).
Sin duda, los escritores y críticos que se arrogan la identidad de Robinson Crusoe entran en estado de ofuscación cuando las escritoras no cumplen con el secundario papel de Viernes. Se trata, en fin, de una crítica que por razones personales y prejuicios de naturaleza extraliteraria, no logra acusar recibo de una poesía que fue más allá de lo que se esperaba de la escritura de las mujeres.
Esta actitud, que podría caracterizarse como una especie de "racismo de género", es lo que la presente carta quiere denunciar, por cuanto implica, de un modo ofensivo, que la entrada de las mujeres en la literatura peruana resta en lugar de sumar. Empeñarse en restar, apuntalando y promoviendo prejuicios y actitudes maledicentes y segregacionistas, no es la clase de polémica entre escritores que necesita nuestro país, tan atrozmente golpeado por la guerra y por sus irresponsables clases políticas. Por todo lo expuesto, las escritoras abajo firmantes decimos: ya basta. Basta de esa lógica cultural que con su tendencia a segregar, su pasmosa mediocridad y mezquindad, se afana por mantener bajo su control las expresiones más limpias y enteras de la productividad verbal: la creación, la literatura, la poesía.
Rossella Di Paolo DNI 08260130
Carmen Ollé DNI 07584661
Giovanna Pollarolo DNI 06635782
Rocío Silva Santisteban DNI 07822730
Blanca Varela DNI 06627215
Susana Reisz DNI 08235164
Francesca Denegri DNI 06521737
Patricia Alba DNI 08201922
Magdalena Chocano DNI 06451381
Doris Moromisato DNI 06575767
Cecilia Bustamante Pasaporte 015468
Rosina Valcárcel DNI 07330070
Ana María Gazzolo: DNI 0614162
Inés Cook DNI 07274132
Pilar Dughi DNI 07792496
Mariela Dreyfus DNI 07605386
Tatiana Berger DNI 07731870
Victoria Guerrero DNI 09645644
Ericka Ghersi DNI 25714787
Roxana Crisólogo DNI 09133929
Patricia De Souza Pasaporte 0978836
Marcela Robles: DNI 07001861
Carolina O. Fernández DNI 08097946
Gloria Mendoza Borda DNI 29300755
Esther Castañeda DNI 07431034
Yolanda Westphalen R. DNI 07944939
Grecia Cáceres Pasaporte 0398696
Gaby Cevasco DNI 07225446
Rocío Castro Morgano DNI 07993807
Violeta Barrientos DNI 09816811
Doris Bayly DNI 10278456
Elba Luján DNI 08265468
Sui-Yun (Katie Wong Loo de Geitz) P. 4025323270
Ana Luisa Soriano DNI 06681752
May Rivas de la Vega DNI 08195439
Bethsabé Huamán DNI 07536772
Rosario León Rhandomy DNI 09409147
Irma del Águila DNI 09298317
Leda Quintana Rondón DNI 07484342
En el clima confuso y malevolente que reina en los últimos meses entre diversos autores y grupos literarios, se han publicado varios comentarios encaminados a minimizar el trabajo que las poetas peruanas de la década del ochenta vienen realizando hace más de veinte años.
Cierta crítica sigue empeñada en juzgar a los escritores "por unidad", y a las escritoras, en cambio, "a granel", como si estas perteneciesen a un compartimiento estanco homogéneo, ignorando sistemáticamente que se trata de voces individuales y no modulables en una sola frecuencia. Afirmar hoy, por ejemplo, que ciertas voces poéticas de clara personalidad son "epigonales" respecto de otras, no demuestra sino la persistencia de esa ligereza con que se aborda la escritura de las mujeres.
Algunos poetas y críticos sostienen, así mismo, que la poesía escrita por las mujeres o "no existe" o "es un mito", por "no ofrecer nada novedoso", por ser "una seguidilla de clisés eroticones", por ser un "fiasco", por ser sus autoras "pésimas vates" o por haber sido "sobrevaloradas" por la audacia de sus lenguajes o sus temas. Han dicho, además, que han "matado el pudor", que han "proclamado su condición de género" y "exhibido sus aventuras sexuales". Por "decir-lo-que-no-se-debe-decir" han sido vinculadas a poetas anglosajonas tildadas, de modo tan irrespetuoso como infundado, de "mujeres-gárgola". En el colmo de la actitud despectiva, se ha llegado a afirmar que la importancia que le atribuyeron los medios masivos a las poetas surgidas en la década del ochenta no respondía a sus propios méritos, sino a que los "periodistas y amigos" de las autoras celebraban "las audacias eróticas de sus poetas favoritas con el mismo entusiasmo de quien asiste a un club nocturno".
Este coro de opiniones que entran en el terreno de la caricatura, no revela una seria valoración crítica y estética, sino simplemente una aversión hacia las mujeres que, desde diferentes temáticas y estilos, se expresan con criterio propio y no con el criterio de quienes preferirían verlas asumir posiciones de sumisión y silencio, tan sospechosamente cercanas a las dictadas por San Pablo en su tiempo ("La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio". Epístola a Timoteo 2, 11-15).
Sin duda, los escritores y críticos que se arrogan la identidad de Robinson Crusoe entran en estado de ofuscación cuando las escritoras no cumplen con el secundario papel de Viernes. Se trata, en fin, de una crítica que por razones personales y prejuicios de naturaleza extraliteraria, no logra acusar recibo de una poesía que fue más allá de lo que se esperaba de la escritura de las mujeres.
Esta actitud, que podría caracterizarse como una especie de "racismo de género", es lo que la presente carta quiere denunciar, por cuanto implica, de un modo ofensivo, que la entrada de las mujeres en la literatura peruana resta en lugar de sumar. Empeñarse en restar, apuntalando y promoviendo prejuicios y actitudes maledicentes y segregacionistas, no es la clase de polémica entre escritores que necesita nuestro país, tan atrozmente golpeado por la guerra y por sus irresponsables clases políticas. Por todo lo expuesto, las escritoras abajo firmantes decimos: ya basta. Basta de esa lógica cultural que con su tendencia a segregar, su pasmosa mediocridad y mezquindad, se afana por mantener bajo su control las expresiones más limpias y enteras de la productividad verbal: la creación, la literatura, la poesía.
Rossella Di Paolo DNI 08260130
Carmen Ollé DNI 07584661
Giovanna Pollarolo DNI 06635782
Rocío Silva Santisteban DNI 07822730
Blanca Varela DNI 06627215
Susana Reisz DNI 08235164
Francesca Denegri DNI 06521737
Patricia Alba DNI 08201922
Magdalena Chocano DNI 06451381
Doris Moromisato DNI 06575767
Cecilia Bustamante Pasaporte 015468
Rosina Valcárcel DNI 07330070
Ana María Gazzolo: DNI 0614162
Inés Cook DNI 07274132
Pilar Dughi DNI 07792496
Mariela Dreyfus DNI 07605386
Tatiana Berger DNI 07731870
Victoria Guerrero DNI 09645644
Ericka Ghersi DNI 25714787
Roxana Crisólogo DNI 09133929
Patricia De Souza Pasaporte 0978836
Marcela Robles: DNI 07001861
Carolina O. Fernández DNI 08097946
Gloria Mendoza Borda DNI 29300755
Esther Castañeda DNI 07431034
Yolanda Westphalen R. DNI 07944939
Grecia Cáceres Pasaporte 0398696
Gaby Cevasco DNI 07225446
Rocío Castro Morgano DNI 07993807
Violeta Barrientos DNI 09816811
Doris Bayly DNI 10278456
Elba Luján DNI 08265468
Sui-Yun (Katie Wong Loo de Geitz) P. 4025323270
Ana Luisa Soriano DNI 06681752
May Rivas de la Vega DNI 08195439
Bethsabé Huamán DNI 07536772
Rosario León Rhandomy DNI 09409147
Irma del Águila DNI 09298317
Leda Quintana Rondón DNI 07484342
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kat -