TRATADO DE LIBRE COMERCIO
CIENCIA, TECNOLOGÍA Y TRATADO DE LIBRE COMERCIO
Cathy García*
Contenido.
I. Introducción
II. Tratado de libre comercio
III. La investigación científica del Perú
IV. Conclusión
I. Introducción.
La ciencia y la ingeniería en el Perú tiene una tradición histórica comparable solo a las grandes metrópolis del desarrollo de la humanidad: Grecia, Italia y Egipto. En el periodo pre-inca e inca se desarrollaron grandes obras de ingeniera y arquitectura, que están allí erguidos, para ser admirados por el mundo entero. Las ciudadelas de Machupicchi, Sacsayhuaman, Choquequirao y muchos otros mas, los andenes en la agricultura andina, las ciudades con elaborados sistemas de agua y desagüe, las comunidades agrícolas con bastante agua para cultivar sus plantas, previniendo los efectos de las lluvias, ríos y cambios climáticos. Los lugares más remotos abastecidos con agua limpia transportado con métodos de ingeniería sofisticados para conservarlos en reservorios y acueductos. El Cusco abastecía a su población y sus dominios con suficiente cantidad de agua como lo hace cualquier ciudad del mundo industrializado del Siglo XXI. Lo único que se puede rescatar del Perú republicano en tecnología es la construcción de ferrocarril trasandino, lo otro es la historia real del Perú actual: los millones de campesinos pobres que sobreviven en la miseria (sin servicios de agua potable, electricidad y servicios de salud), y los millones de desempleados y trabajadores informales en las ciudades grandes formando los cinturones de la pobreza. Todo esto en medio de un gobierno que celebra un crecimiento económico.
II. Tratado de Libre Comercio (TLC).
Los ilusos que aceptan el TLC creen que EEUU, por altruismo y razones humanitarias (no por el tratado en si porque no hay nada sobre transferencia tecnológica), podría transferir su tecnología al Perú. Nos dicen que todo vendrá en un paquete para aprovecharlo con el menor esfuerzo y darnos la oportunidad al desarrollo y la investigación científica. En el diccionario neoliberal a esa ilusión se le denomina chorreo tecnológico. Nos dicen que el TLC (impuesto por EEUU), reconoce y promueve la generación del conocimiento y que entraríamos a un "mundo globalizado" donde el conocimiento no tiene limites. La realidad los despertara en pesadillas. Bastaría preguntar: ¿Por qué EEUU impone barreras al conocimiento humano apropiándose de la tecnología a través de patentes, restricciones y sanciones? ¿Por qué no permite la producción de medicinas genéricas para reducir las altas tasas de mortalidad infantil en el Perú y otros países pobres? Por una simple razón, en el capitalismo el conocimiento no esta por encima de las clases sociales. Así como hay monopolio económico existe monopolio intelectual, así como hay imperialismo económico hay imperialismo cultural. El toledismo vende el TLC con EEUU usando la "estrategia del engaño" del FujiMonteCinismo en los 90's. En ese entonces Washington le diseño a la dictadura el proyecto: "honradez, tecnología y trabajo". Nos prometieron que debíamos aprovechar la "gran oportunidad" que se venia: el aluvión tecnológica del Japón que crearía millones de empleos convirtiendo al Perú en un corto plazo en el tigre económico de Latino América. Nos tragamos esa espuma y ahora la misma propaganda es reciclada por Toledo quien colgado del fracasado plan de gobierno de Fujimori esta sirviendo a EEUU en forma obsecuente y leal. Toledo acelera la dependencia de la economia peruana manteniendo incentivos a la inversion trasnacional en detrimento del interes nacional (subasta de empresas del Estado, desempleo masivo, exoneración de impuestos, salarios míseros para los trabajadores, perdida de derechos laborales y atraso tecnológico). Hay algo en que debemos de estar de acuerdo con los promotores del TLC. Este tratado constituye un gran riesgo y una oportunidad. En primer lugar, el riesgo es alto debido al debilitamiento de la soberanía nacional, la bancarrota de las pequeñas y medianas industrias que no podrán competir con la industria trasnacional (generando miles de desempleados), el deterioro de la salud del pueblo y el medio ambiente, y sobre todo la ruina de la agricultura nacional. No existe ningún país pobre sobre la tierra la tierra que haya podido compensar a cabalidad (con paliativos temporales) los efectos negativos de un tratado de esta envergadura con EEUU (miren el NAFTA mejicano). Las compensaciones ofrecidas se diluyen rápido, mucho más con un gobierno que ya no tiene legitimidad alguna como la de Toledo. Segundo, la oportunidad tecnológica con el TLC es muy cuestionable. La oportunidad tecnológica generalmente no ocurre cuando hay variaciones exogenicas en el costo y la dificultad de innovar en las diferentes áreas tecnológicas. Los costos de los productos importados (especialmente los agro industriales) vendrán a precios más bajos, convirtiendo los productos nacionales en no competitivos y desplazándolos gradualmente del mercado nacional. Con raras excepciones, los productores peruanos no podrán exportar sus productos a EEUU como se les hace creer porque la producción trasnacional no solo esta subsidiados (como el caso de las agroindustrias) sino que controlan el inmenso mercado del imperio con su producción en el ámbito mundial y a través de alianzas comerciales (joint ventures) con otros países. Y solo podemos hablar de innovación tecnológica si existiera una industria nacional con tecnología propia (por ejemplo Brasil o Cuba) que podría asimilar la alta tecnología de un país mas desarrollado. Entonces la promesa de innovación es demagógica debido a la característica intrínseca de la tecnología peruana o al estado exógeno del conocimiento científico del Perú que es consecuencia de una larga crisis política, social y económica. Pongamos el caso de Brasil que tiene una industria nacional ya establecida pero todavía de baja calidad comparada a la de EEUU o Japón. ¿Podría Brasil permitir un TLC con EEUU en los términos que nuestros negociadores acaban de firmar? Por supuesto que no. Los productos de mejor calidad y a menor precio liquidarían su producción nacional. Del mismo modo, ¿podría EEUU introducir su tecnología agroindustrial en el país para que eventualmente transferirlos a los peruanos? No. EEUU tiene una cuantiosa producción excedente y subsidiada capaz de alimentar a todo el mundo (en este mundo donde millones se mueren de hambre). Ellos coparan el mercado nacional con el consecuente efecto devastador a los agricultores peruanos. Por esta razón, sirve al interés de EEUU que en el Perú exista una larga fuerza laboral desocupada y una tecnología obsoleta. Para demostrar esto solo tendríamos que demostrar el papel cumplido por las trasnacionales en el desarrollo tecnológico del Perú. Las trasnacionales no han permitido el desarrollo de la industria nacional, y los gobiernos de turno no han promovido (mediante leyes) la transferencia de la tecnología de las trasnacionales (la Bayern por ejemplo en el sector salud) a la industria nacional. No hay prueba empírica alguna que un país pobre como el Perú, cuyas riquezas naturales (materias primas) son explotadas y exportadas por trasnacionales y su mercado nacional en riesgo de ser controlado por estos, se beneficie tecnológicamente con un TLC. Varios estudios recientes cuestionan la teoría que "la inversión extranjera directa" tenga un impacto positivo en la capacidad productiva de industrias nacionales locales ni su desarrollo tecnológico. Si se asfixia la industria local no puede existir transferencia tecnológica. Con esto no estamos afirmando que en nivel agregado, la penetración masiva del capital extranjero, a través de inversiones de trasnacionales en minas y energía en el Perú, no pueden tener un efecto positivo en el crecimiento económico. Eso es precisamente lo que celebra el gobierno de Toledo: La bonanza económica de las trasnacionales y la de sus socios nativos. El Perú presenta un crecimiento económico en el cual cerca al 90% de la población (los pobres) no se benefician ni participan en las ganancias. Ese el resultado del neoliberalismo impulsado por Estados Unidos por medio de los instrumentos financieros que controla (el Banco Mundial, BID, AID, FMI). Si se asfixia la producción nacional jamás habrá transferencia tecnológica. Solo desarrollando la industria nacional y mejorando su eficiencia se podría lograr transferencia tecnológica, y de es modo producir principalmente para el mercado nacional y competir en el mercado internacional.
III. La Investigación Científica en el Perú.
Actualmente la investigación científica es muy limitada y aislada a algunas universidades de la capital, financiados con pequeños fondos donados por organizaciones internacionales. El panorama científico esta plagado de entidades burocráticas (institutos sectoriales de investigación), que su función principal es la de proveer empleo a altos funcionarios nombrados a dedo por cada gobierno de turno. En algunos casos, como el Instituto de Energía Nuclear (IPEN), desde la época de Velasco produce radioisótopos en pequeña escala al sector salud. No hay perspectiva de su exportación a EEUU como andan comentando porque este país después de la guerra fría tiene un largo excedente para uso domestico. Así, estos institutos no tienen relevancia sustancial en el desarrollo tecnológico del país. Bastaría decir que en el Perú no existe ninguna publicación científica ni tecnológica que publique en forma regular y continua la producción intelectual y técnica de los institutos, las universidades, incluidas las de medicina. Estos institutos son los siguientes: Instituto Nacional de Salud (INS), Instituto Nacional de Investigación y Extensión Agraria (INIEA), Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET), Instituto Geofísico del Perú (IGP),Instituto de Recursos Naturales (INRENA), Instituto del Mar del Perú (IMARPE), Instituto Tecnológico Pesquero del Perú (ITP), Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), Instituto Nacional de Investigación y Capacitación en Telecomunicaciones (INICTEL), hasta tenemos una Comisión de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA). Los cargos ejecutivos a estos institutos son imposibles de acceder sin el carnet partidario del gobierno de turno. Hoy en día es el grupo Perú Posible de Toledo (en proceso de extinción) y la presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso, la inefable Doris Sánchez, quienes deciden los nombramientos. Pese a estas limitaciones, en el Perú si existe investigación tecnológica. La universidad Cayetano Heredia esta envuelta en estudios preliminares de las enfermedades de altura y las tropicales, que pueden ser muy útiles para el sector salud. El Instituto Geofísico del Perú hace estudios sobre la Ionosfera (la zona de la atmósfera que sirve para las comunicaciones), que en un país sin satélites propios ni desarrollo aerospacial su objetivo no es claro. Todos las demás instituciones, principalmente el IPEN, dedican sus esfuerzos a organizar encuentros científicos internacionales dos veces al año. Estos eventos serian más productivos si se presentaran y discutieran los problemas tecnológicos reales del Perú, en lugar de ser caja de resonancia de políticos mediocres. Un caso de ripley es el candidato a vice-presidente, Arturo Woodman, a quien el IPEN le otorgo el premio "Átomo de Oro" supuestamente por organizar el campeonato sudamericano de fútbol. Otro cacareo que ya nos tiene cansados en estos encuentros internacionales es el supuesto "triunfo de profesionales peruanos en el extranjero", que en realidad no es mas que un cuento chino. Lo que en concreto están haciendo es promover el éxodo del llamado capital humano (los científicos, ingenieros y médicos) al extranjero, en cuya educación ha invertido millones de dólares nuestro empobrecido país. Además, vemos en la dirección de estos institutos a los mismos burócratas de siempre, que como el camaleón, cambian de camiseta partidaria a la velocidad y la dirección del viento (siempre están con el favorito a ganar las elecciones). De esa manera no dan oportunidad a los cuadros nuevos, a nuestros profesionales jóvenes, como el caso del IPEN que tiene a científicos e ingenieros de gran potencial postergados y discriminados en la planta nuclear de Huarangal. Se debe reponer el presupuesto destinado al desarrollo tecnológico que cercenado por la dictadura, y demandar que los nombramientos se hagan basándose en concursos públicos en el cual participen científicos e ingenieros registrados en el Perú (al mismo nivel que los registrados en los países desarrollados del extranjero). Se requiere centralizar y articular todos los institutos de investigación incluyendo al Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTE), además de promover la reestructuración de los colegios de licenciatura profesional como la de ingenieros, geólogos, médicos, científicos, profesores, etc. Es paradójico que los colegios profesionales fueron liquidados por la misma dictadura de Fujimori que predicaba "tecnología" al quitarles los fondos del autogravamen de los estudios de ingeniería (decreto de Fujimori-Bolona) El Estado, a través de acuerdos internacionales y donaciones, debe instalar laboratorios y centros de computo para este organismo centralizado, estableciendo por ley la coordinación y participación de las universidades nacionales, cuya función debe estar conectado al sistema productivo y las necesidades el país. Se requiere mejorar la infraestructura y promover no solo la importación de tecnologías sino la de crear tecnología nacional, por ejemplo ver como hace Cuba con la genética y biotecnología, Brasil con el biodiesel. Nosotros podemos investigar la masificación del gas de Camisea, la energía solar en Arequipa, la energía del viento en Piura, estudiar nuestra biodiversidad andina y amazónica, investigar nuestros productos mineros y metalúrgicos (secreto de Estado de la trasnacionales), estudiar de las plantas medicinales, estudiar los recursos hídricos afectados por la minería, investigar los efectos de la contaminación ambiental en campo y ciudad, articular y actualizar las redes nacionales de información a sus contrapartes en el mundo entero (uso adecuado del Internet), etc. El Estado peruano debe coordinar y dirigir la labor de investigación y desarrollo científico. Un punto importante es desechar la idea de dependencia que propone mejorar la tecnología del sector exportador del Perú, para el beneficio del país rico. Por ejemplo Toledo le otorgo mas de 200 millones de dólares a la trasnacional Barrick (exoneración de impuestos) a cambio de modernizar una de sus plantas. Ese es el modelo de desarrollo tecnológico del TLC con EEUU: Financiar la tecnología de las trasnacionales con el dinero de los peruanos para que nos sigan chupando la sangre. Los incentivos económicos deben ser para investigar tecnologías que sirvan al desarrollo industrial del país, no lo que hacen los lacayos del gobierno de Toledo que es la de servir mejor al amo EEUU. Este TLC es un tratado entre dos países con diferentes intereses y tecnologías. El bulk productivo del Perú es la exportación de materias primas (casi todos controlados por trasnacionales extranjeras). Los otros sectores de exportación del Perú son periféricos. Esta diferencia, nos dice la oligarquía, justifica la transferencia tecnológica hacia el país pobre, pero el quid es que no servirá al desarrollo nacional porque el Perú no cuenta con una tecnología propia complementaria. En otras palabras, cuando no hay nada que reemplazar, las tecnologías nuevas de las trasnacionales es inservibles (a no ser que los expropiemos). A la burguesía peruana le fascina alabar a Chile. Es verdad, Chile esta tratando de desarrollar una tecnología nacional basándose en imitación tecnológica con fuerte presencia trasnacional, es curioso ver que se copiaron al pie de la letra hasta las leyes de protección ambiental de EEUU y Canadá (igual que los mejicanos). Al final todo quedara en cero, les será inservibles, porque no encajan a su realidad nacional ni tienen los fondos ni la capacitad técnica para implementarlos.
IV. Conclusión.
El conocimiento es inherentemente un bien común. No es Bill Gates o Bush el que innova, son las masas de consumidores quienes determinan el mayor o menor esfuerzo en la investigación. En algunas innovaciones como la de China, imitar es mucho mas barato que innovar, pero siempre y cuando se cuenta con una industria nacional sólida con tecnología viable y economía independiente (que los productos acabados se produzcan en el país). El problema del atraso tecnológico del Perú no es solo problema de un adecuado presupuesto, es un problema político e ideológico. Desarrollar la industria nacional es el incentivo ideal para mejorar nuestra tecnología. La tecnología es especifica para cada región y el Perú no esta en la capacidad de pagar con su soberanía a las potencias a cambio de asistencia tecnológica, a no ser que se transfiera en forma de donaciones (vacunas para combatir enfermedades comunes, etc.) Las oportunidades tecnológicas pueden cambiar significativamente si el Perú desarrolla una tecnología nacional e independiente que pueda competir el mundo globalizado del presente. Esa tarea no es posible en las condiciones actuales de vasallaje y dependencia al imperio *Ingeniero(a)
Profesional Doctor(a) en Ciencias (Energía y Ciencias Aplicadas)
Revista Virtual ESPERGESIA
www.unsa.edu.pe/publicaciones/espergesia
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"Hacia una introspección cultural"
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