ORIENTACION
al principio sólo llovía cuando ella se iba
era el tiempo en que habitaba la alegría sobre la sombra
ella estaba casi siempre
se movía entre el escritorio y la alcoba
entre el jardín y la terraza
entre la piel y el deseo
un día se fue al mar
ese día llovió como nunca en lima
al volver me dijo
"acábate esa copa y ven a la cama"
esa noche la luz se salió por los ventanales
amaneció desde nuestra casa para el mundo
en la tarde se fue de compras y volvió a llover
fue entonces que comprendí
que sólo llovía cuando ella se iba
apilados pasaron los días
hilos de colores películas canciones y copas
un día en la terraza me dijo
"mira en lontananza cómo se muere el tiempo"
yo le dije que no se preocupara
que el tiempo agonizaba en el infinito
y ella contestó que la vida sólo podía estar lejos
la luz comenzó a irse aprisa
la noche se hizo larguísima
las calles amanecieron mojadas
pocos días después mientras cenábamos me dijo
"mira"
era la lluvia jugando en la ventana
"ya ni la soledad puede ocultarse de los demás" , sentenció
esa semana llovió lunes jueves viernes sábado
de tarde y madrugada con ella y sin ella llovió
terminé de confundirme por completo
ahora llovía a cualquier hora de la casa,
ya no quise entender
porque al principio sólo llovía cuando ella se iba
pero ahora llueve por cualquier cosa
niña (versión ligera)
para Erika Quicaño Jara
niña, si abres la ventana del mar esta noche,
si abres esa ventana por ejemplo,
jugando a ver azul distante entre el agua y el tiempo,
puede que los marineros dedicados a la pesca de luces
ya no quieran regresar a tierra confundiendo marea con labios
y tú sabes muy bien, niña,
que el mar es cuadrado como un jazmín de papel,
y sabes de igual manera que los hombres de mar
no diferencian entre paso y beso, como niños, niña
y menos esta noche
en que me observas desde tu ventana,
abierta de par en par como un abrazo
o tal vez sea sólo un espejismo santo
ves, los marineros no diferencian entre marea o labios,
amor o naufragio
niña, pese a la tormenta no cierres tu ventana,
nunca cierres tu ventana,
porque el mar respira cuando tú miras
y yo te miro y me confundes y me hundes
hasta el azul distante entre el agua y el tiempo.
niña si abres la ventana del mar otra noche
y sigue la tormenta de marineros confundidos
y sigo ahí deleitándome ahogándome
en una ilusión de labios inexplicable
levanta el brazo has una mueca agita el pañuelo:
salúdame con tu saludo niña y no detengas la mentira
nunca detengas la mentira
NORMAN MENDOZA
2 comentarios
Zoila Baca -
Para mi amiga Ericka Quicaño Jara
Refugiada tras sus cristalitos caleidoscópicos de cinco pulgadas... encascarada entre diez capas de miel de chancaca sin picarón, se encuentra adormecida en su catrecito, aletargada en su almohadita la niña goyita de celulíticos caminares...
Tiene la trascendencia poética de Hello Kitty, y la sensualidad de Winnie the Pooh comiendo Kellogs. Musa del largo bostezo, de la penosa emoción, de la moribunda excitación, pretexto del Viagra, motivo del divorsio, razón de la TV a las tres de la mañana, librito bruño de tercer grado.
Difícil elección entre amarte con locura kafkiana y leerme los clasificados de El Comercio. Corazón de melón, tributo a la lipotimia, picazón de aburrido, pelliscón de mongo, calzoncito de monja, hipo de mudo, arroz sin sal.
Querer ser Harriet Monroe, y terminar como pastillita de Diasepan, origami de jazmín, charquito en la arena, calcomania de Isabella Whitney, Madám Bovary con depre.
Adios ajonjolí
Zoila Baca del Campo
óscar -