Antiguamente, en la época de los incas, los representantes de los comarcas y comunidades eran personas que sabían la realidad de los pueblos a los que representaban porque eran nativos de cada lugar, los caciques y demas autoridades había tenido vivencias profundas con su comunidad y asumían dichos cargos con una gran responsabilidad. Esta situación cambió en la colonia. Luego de saqueado el Perú, a los nuevos necesitados de poder y riqueza no le quedaba mas que explotar a la gente nativa o sacar de donde ya no fuera posible lo mas que pudieran, sacaban y escarbaban desde donde mas no podían, como párasitos en un cuerpo casi moribundo, cada vez que llegaba un Español, ocupaba los cargos que les correspondían a los Curacas nativos, el solo hecho de haber nacido en España le daba este derecho, sin saber absolutamente nada de la realidad del lugar al que gobernaría; Guamán Poma de Ayala En sus "Nuevas Crínicas y buen gobierno" hace constacia de estos echos y da las recomendaciones al rey para una buena administración del Perú, al pedir que se restablezca la autoridad de las autoridades nativas quienes sí sabían de su realidad y quienes estaban preparados para su manejo. Esta tradición de usurpar cargos que no les correspondían se ha venido trasmitiendo desde la época de la Colonia pero ahora no para el beneficio de los nacidos de España sino para los amigos y beneficiarios de los gobiernos de turno, es por eso que aun vemos por ejemplo que los directores de institutos de cultura de provincia son ocupados por neófitos de Lima, a quienes se debe pagar algún favor. La garra y el tráfico de influencias prima por encima de las necesidades de cada región, tejiendose y consolidadando cada vez las redes de la corrupción, que cada vez se hace mas descarada.
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