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AUTOSCOPIA

DESMORONAMIENTO DEL CATOLICISMO

Nunca imaginé vivir estos momentos, mientras en la televisión pasa la noticia de unas ancianas lesbianas, que luego de 30 años de convivencia al fin pueden casarse, leo en internet que la máxima entidad espiritual católica (el papa) se quiebra ante las innumerables pruebas de encubrimiento de casos de pederastía, verdades que se develan, pareciera que ponen orden lo que estaba de cabeza.
Esperemos que la punta del iceberg termine de develar las múltiples mentiras, engaños y distorciones sobre los que se ha cimentado la iglesia católica.

Los Ángeles (AP). Antes de ser papa, el cardenal Joseph Ratzinger se resistió a despedir a un sacerdote de California que cometió abusos de menores, revelaron archivos de la Iglesia conocidos el viernes. En una carta de 1985 firmada por él, Ratzinger expresó temores sobre las consecuencias que el despido del cura tendría para el “bien de la iglesia universal”.

La correspondencia (léala completa aquí), obtenida exclusivamente por The Associated Press, presenta la mayor refutación hasta el momento a la posición de la Santa Sede de que Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI, no trató de impedir el despido de sacerdotes pedófilos cuando presidía la oficina de la Iglesia a cargo de velar por la ortodoxia doctrinaria.

La carta, escrita en latín, forma parte de la correspondencia de varios años entre la diócesis de Oakland en California y la Santa Sede sobre la propuesta de despedir al reverendo Stephen Kiesle. El Vaticano confirmó la firma de Ratzinger en la carta, pero se negó a hacer declaraciones sobre su contenido.

“La oficina de prensa no cree que sea necesario responder a cada documento sobre situaciones legales que es tomado fuera de contexto”, dijo el reverendo Federico Lombardi. “No es extraño que haya documentos en los que aparezca la firma del cardenal Ratzinger”.

INSISTENTE NEGATIVA
La diócesis recomendó remover a Kiesle en 1981, año en el que Ratzinger fue designado como jefe de la oficina del Vaticano en parte responsable de castigar a sacerdotes. El caso estuvo en lista de espera por cuatro años en el Vaticano hasta que finalmente Ratzinger le respondió al obispo de Oakland, John Cummins. Pasaron dos años más para que Kiesle fuese expulsado del sacerdocio.

En la carta de noviembre de 1985, Ratzinger señala que los argumentos para expulsar a Kiesle eran de “grave importancia”, pero agregó que ese tipo de acciones requieren una evaluación cuidadosa y más tiempo.

Asimismo, le recomendó al obispo a darle a Kiesle “el mayor cuidado paternal que sea posible” mientras esperaba la decisión final, según la traducción que el profesor Thomas Habinek de la Universidad del Sur de California, experto en lenguas clásicas, hizo a pedido de la AP.

El futuro Papa también destaca que cualquier decisión de apartar a Kiesle del sacerdocio debía tomar en cuenta el “bien de la iglesia universal” y “el daño que otorgar la expulsión puede provocar en los fieles de la comunidad de Cristo, especialmente considerando la corta edad”. Kiesle tenía en el momento 38 años.

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