PERCEPCION DEL CUERPO
Para entrar a las interconexiones entre el cuerpo y la simbolización del cuerpo propio, esto es, entre esa compleja relación entre la conciencia de nosotros mismos y nuestra corporeidad, hemos tenido en cuenta dos conceptos teóricos. Desde la psicología, sobre todo el psicoanálisis y las teorías de la percepción, hemos tomado las nociones de esquema corporal e imagen del cuerpo como propuestas constitutivas de la percepción del cuerpo propio.
Existen dos niveles dentro de un acercamiento a la temática corporal para los cuales hay que tener en cuenta al cuerpo-que-no-se-escribe diferenciado del cuerpo-que-se-escribe. Esto es, el cuerpo puede convertirse indistintamente en signo o en sema. Por un lado se nos presenta el esquema corporal y por otro la imagen del cuerpo.
Aunque antes ya se hablaba de imagen espacial del cuerpo, esquema postural y somatognosia, la noción de esquema corporal fue planteada por primera vez por Paul Schilder, neuropsiquiatra, en 1923, en un pequeño estudio titulado Körperschema, desarrollado luego con más amplitud en un libro bastante profundo y específico cuya traducción al castellano no respeta el sentido del título original e induce a equívocos pues confunde imagen corporal con esquema del cuerpo (Shilder, s/f).
Las investigaciones de Schilder en relación a este tema parten de un análisis del esquema postural del ser humano para entender que se trataba de algo mucho más fundamental: una estructura antropológica, es decir, tanto fisiológica como psicológica, y no sólo factor decisivo sino constitutivo de la persona humana. A partir de nuestro esquema corporal construimos nuestra identidad
El esquema corporal sería en palabras del propio Schilder la representación que nos formamos mentalmente de nuestro propio cuerpo, es decir, la forma en que éste se nos aparece.. Posteriormente se ha desarrollado con más precisión el concepto, pero en un principio se trata de la forma cómo esquematizamos mentalmente la disposición de nuestra masa corporal, incluyendo lo que está muy adentro (me refiero a órganos internos) o lo que la cubre (el pelo, los vellos e incluso los tatuajes).
ROCIO SILVA SANTISTEBAN
Existen dos niveles dentro de un acercamiento a la temática corporal para los cuales hay que tener en cuenta al cuerpo-que-no-se-escribe diferenciado del cuerpo-que-se-escribe. Esto es, el cuerpo puede convertirse indistintamente en signo o en sema. Por un lado se nos presenta el esquema corporal y por otro la imagen del cuerpo.
Aunque antes ya se hablaba de imagen espacial del cuerpo, esquema postural y somatognosia, la noción de esquema corporal fue planteada por primera vez por Paul Schilder, neuropsiquiatra, en 1923, en un pequeño estudio titulado Körperschema, desarrollado luego con más amplitud en un libro bastante profundo y específico cuya traducción al castellano no respeta el sentido del título original e induce a equívocos pues confunde imagen corporal con esquema del cuerpo (Shilder, s/f).
Las investigaciones de Schilder en relación a este tema parten de un análisis del esquema postural del ser humano para entender que se trataba de algo mucho más fundamental: una estructura antropológica, es decir, tanto fisiológica como psicológica, y no sólo factor decisivo sino constitutivo de la persona humana. A partir de nuestro esquema corporal construimos nuestra identidad
El esquema corporal sería en palabras del propio Schilder la representación que nos formamos mentalmente de nuestro propio cuerpo, es decir, la forma en que éste se nos aparece.. Posteriormente se ha desarrollado con más precisión el concepto, pero en un principio se trata de la forma cómo esquematizamos mentalmente la disposición de nuestra masa corporal, incluyendo lo que está muy adentro (me refiero a órganos internos) o lo que la cubre (el pelo, los vellos e incluso los tatuajes).
ROCIO SILVA SANTISTEBAN
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