Mujer deshonesta
(Esta es la historia de un muchacho,
que perdió a su amada,
y ruega al señor,
se la lleve al infierno)
Había una vez,
un muchacho negrito.
Estudiaba ingeniería civil;
le decían negro Farfan
y tenía una enamorada muy fea.
Él juraba que ella le amaba;
pero su gran decepción llegó,
cuando la vio subirse a un Volkswagen rojo.
Con gran depresión exclamó:
Tu mirada de perra frustrada,
refleja la infelicidad de tu alma,
podrida y pestilente,
que me da ganas,
de vomitarte en la frente.
Es lo más desdichado
pasar por tu lado,
sentir tu aroma me da asco.
Trato de evitar esa fragancia de ti,
mujer deshonesta,
que todo en ti apesta.
Pensar que pasé noches a tu lado,
besando tus contaminados labios,
usado como objeto sexual,
por ese fenómeno
que no deja de pagar.
Yo se que persistirás en la putería,
así pasarás por el resto de tus días,
ahogada en ese bajo mundo,
de pensamientos profundos
y de infelicidad diaria,
porque tu vida no vale nada.
Si tienes suerte, morirás.
A tu velorio nadie irá.
La gente pronto te olvidará,
pues en vida
no supiste dar felicidad,
preferiste el dinero,
para ti eso fue siempre lo primero.
Ahora sé porque tu temor el perderme,
pues yo era tu única compañía,
y no querías dejar de verme
...perra de mierda.
(Y el muchacho ahora sin ella,
recorre las calles tragando.
No entiende como su amada,
que aún con otros sigue follando,
pudo ser tan malvada.
Ha engordado y seguirá haciéndolo;
se castiga con comida.
De tanto comer porcino
todo el tiempo está cochino;
Su cuarto apesta,
también su sobaco;
en medio de su hediondez,
piensa en aquella, mujer deshonesta)
Capítulo II
Objeto
(Y el muchacho, apestoso y deforme,
para ganar dinero motocarrea. Ahorra.
Su gran sueño es conseguirse una perra
con la cual se sienta conforme;
Para eso necesita el dinero.
Pero mientras tanto se ilusiona.
Y ha impuesto sus condiciones:)
Mujer,
sé un objeto para mí
y te amaré como a nadie he amado.
Bríndame satisfacción sin objeciones
en el momento que lo requiera,
y escóndete luego, cuando de ti
ya no necesite y tu rostro no quiera ver,
y entonces, te amaré.
Sé un objeto para mí
y te seré leal hasta la muerte.
Enciérrate en casa, piensa en mí;
y cuando retorne en la madrugada,
embriagado, no me sugieras
lo que mejor me conviene:
tan sólo cállate y...
sé feliz por mi regreso.
Haz lo que yo desee, y te amaré.
Sé un objeto para mí
y sonríe siempre,
aunque no hayas tenido un buen día.
Hazme feliz. Si estoy de mal humor
y lleno de ira, expone tu cuerpo
para que mis puños y mis pies,
al acariciarte con ternura y dolor,
me devuelvan la felicidad.
Nunca me levantes la voz;
cuando me hables,
hazlo con ternura y miedo, y te amare.
Sé un objeto para mí
y te amaré si no te apartas.
Permanece cerca.
Si te llego a necesitar,
amóldate a las circunstancias;
confía ciegamente en mí
y ocúltate para que no pueda verte.
Observa callada mis actos y admírame:
yo fingiré que no existes
y en silencio te amaré.
Sé un objeto y siéntete no usada;
y entonces, sólo entonces,
te amare como nunca
(El muchacho calcula.
Dentro de veinte años
el dinero le será suficiente.
Y así continúa, hasta hoy)
¡Continuara...!
Y no se olviden de comunicarse con nosotros. Pueden envíar sus cartas a este e-mail: tarapotorock@hotmail.com Habrá grandes premios y un grone esperándoles desnudo.
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